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Desde el estallido social se viene intensificando la discusión respecto a los proyectos políticos, sociales y económicos que deberían desarrollarse en Chile. Este debate cobró mayor fuerza ahora que se conformó la convención encargada de redactar la nueva Constitución.

El libro Hacia un nuevo pacto, del economista Óscar Landerretche, ofrece propuestas concretas sobre cómo enfrentar este nuevo ciclo. “En la primera mitad del texto hay un diagnóstico respecto a lo que está pasando con el modelo chileno (…) y la segunda parte trata de ir hacia las soluciones”, sostuvo.

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En conversación con CNN Chile, el ex presidente del directorio de Codelco detalló que la primera parte de su texto muestra que el modelo o estrategia llevada en el país durante las últimas décadas “hace bastante tiempo que ya no está rindiendo”.

En Chile el crecimiento promedio y estructural ha ido cayendo sistemáticamente, mucho antes del estallido social, de la pandemia y con gobiernos de distinto signo político. También el proceso de reducción de la inequidad (…) también se detuvo”, dijo.

Luego de este diagnóstico inicial, el académico dio paso a la segunda parte del libro donde ofrece una “propuesta de salida”. El especialista analizó “qué es lo que han hecho los países que se han encontrado en trances parecidos para salir adelante”.

En todas los planes de estos países, el Estado “asumió un rol estratégico”, el cual consistió en la construcción de acuerdos con empresas, sindicatos, trabajadores y comunidades “para desarrollar sectores productivos con empleos de calidad e ingresos mejores que sostengan una carga tributaria más alta que permita financiar gastos sociales más generosos”.

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Respecto a cómo llegar a acuerdos entre diferentes colores políticos para avanzar hacia nuevo ciclo, Landerretche detalló que en los países donde se han desarrollado los pactos “no se hacen con nadie renunciando a su identidad”. “Un pacto es entre partes distintas y no implica renunciar, pero sí (…) tener una conversación con los otros”.

Estas conversaciones hay que tenerlas para llegar a un entendimiento y esos procesos no son fáciles. La evidencia histórica muestra que son muchas veces difíciles y un poco más largos de lo que se espera (…) pero yo creo que hay que darse los tiempos de tener estos diálogos para construir los proyectos”, concluyó.

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