Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (ODECU) reveló la presencia de patógenos en la carne molida de las cadenas de supermercados y carnicerías. Además, la investigación identificó que el producto supera el porcentaje de grasa que indica el rotulado.
En conversación con CNN Chile, el presidente de ODECU, Stefan Larenas explicó que se trató del examen de 60 muestras a lo largo de 3 semanas. “Lo más grave de todo es que todas las carnes molidas superan lo permitido con respecto a la grasa, la que hoy en día está pésimamente mal rotulada”.
“En la medida en que indican que el producto tiene 7% de grasa y luego uno se encuentra que posee hasta el doble de lo rotulado”, añadió.
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Asimismo, expresó que “lo que estamos demostrando es que la mayor parte de las muestras superan el 10%”.
“Lo que hay aquí es una infracción a la Ley del Consumidor que exige que uno tiene que rotular lo que corresponde y por otro lado, también hay un tema de salud pública porque hay mucha gente que prefiere la carne molida sin grasa o con menos grasa por temas de salud y paga un poco más. En este sentido, derechamente hay un engaño”, profundizó.
Al ser consultado por quienes son los responsables de la fiscalización de este tipo de producto, detalló que “el reglamento lo hace el Ministerio de Salud en el tema sanitario. En el caso de la etiqueta es una infracción a la Ley de Consumidor que tiene que estar regulada por el Sernac”.
En cuanto a los pasos a seguir tras los resultados de la investigación, afirmó que “lo que vamos a hacer es llevar esto primero a la autoridad sanitaria y después a un tribunal. Ya lo hemos enviado al Sernac y lo vamos a hacer nuevamente para ver si puede tomar alguna medida”.
“El problema está aquí en que son tomas de muestras aleatorias y si no se hacen pasa esto. Nuevamente llamamos la atención sobre la falta de fiscalización y por lo tanto todo queda sujeto a una autoregulación que en definitiva tampoco se cumple”, agregó.
Finalmente, Larenas ahondó en que “es casi imposible que durante la manipulación no se de una contaminación cruzada (…) pero debiesen haber normas aún más estrictas de las que hay”.
“Es preocupante que aquí no haya una mayor fiscalización en cuanto a cómo se manipula este tipo de producto”, concluyó.
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