La historiadora y subdirectora del IES se refirió a sus críticas a lo expresado por Giorgio Jackson en su análisis sobre la derrota electoral.
José Antonio Kast es el presidente electo para el periodo de 2026 a 2030 luego de haberse impuesto en la elección presidencial frente a la carta oficialista Jeannette Jara.
Kast obtuvo el triunfo tras una campaña en la que el foco principal fue exponer la idea de un gobierno de emergencia, donde las cosas urgentes sean las abordadas -seguridad, migración, crecimiento- dejando en un segundo plano aquellas áreas de lo ideológico.
Sobre esto habló en Influyentes la historiadora y subdirectora del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Josefina Araos, quien se refirió a lo que se proyecta para la administración del republicano y cuál es su análisis sobre la autocrítica pendiente del sector del Presidente Gabriel Boric.
En cuanto a las conclusiones que se han podido sacar a partir del resultado electoral Araos comentó las dos tesis que han tomado fuerza: el cambio de clivajes y el cambio del padrón. El primero, que levanta David Altman, sobre el cambio del clivaje Sí y No que se mantuvo tras la dictadura, a uno de refundación contra restauración; el segundo, de Juan Pablo Lavín, donde se plantea que el gran actor fue esta masa de votante no habitual que tuvo que participar esta vez.
“Son las dos grandes hipótesis más persuasivas para explicar el momento político. Y que me parecen además más persuasivas que otra tesis que es la del péndulo. (…) A mi juicio, son más bien complementarias y hay que ver cómo dialogan”, comentó.
El voto obligatorio, añadió, es por cierto un elemento fundamental en cómo se resolvió esta elección.
Con eso en mente, se ha hablado de cuáles son los márgenes de un “gobierno de emergencia” y cómo juega un rol en este la ideología de quien ejerza en el Ejecutivo. Sin embargo, para Araos no sería un peligro real que eventualmente se revelara “el verdadero rostro” del gobierno de Kast, sino que la complejidad de la realidad ponga a prueba los eslogans.
“Mi temor no sería tanto que vayan a renunciar a él para desnudar su verdadero rostro, sino que ese marco sea insuficiente por la complejidad de los desafíos que hay. O sea, hasta qué punto el marco de un gobierno de emergencia se tiene que ir nutriendo de contenido, bajando y concretizando para ser de verdad una hoja de ruta para el futuro”, expresó la investigadora.
Autocrítica del oficialismo
Pocos días después de la elección el exministro del gobierno de Boric, Giorgio Jackson, compartió entre cercanos una columna de opinión en donde analizaba los errores no forzados que cometieron durante esta administración y qué cosas merecen revisión de aquí en adelante.
Sin embargo, para Araos este análisis carece de una mención al diagnóstico que tenía la propuesta de Boric al llegar al gobierno, a su juicio también errado.
“El diagnóstico del gobierno de Boric es el de un Chile de los 30 años que merece ser transformado por completo, en que no hay mucho que conservar, que sostener, que resguardar. Que tener que dar continuidad”, dijo. “La pregunta es qué queda como proyecto. En qué medida se sostiene como proyecto distinto, como un proyecto original el proyecto del Frente Amplio si es que ese diagnóstico respecto de Chile que les daba a ellos una hoja de ruta (…) resultó equivocado. Qué queda del Frente Amplio si ese diagnóstico estuvo tan equivocado y si la Concertación no estuvo tan equivocada”.