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El sueño de la casa propia sería prácticamente imposible de alcanzar, según un estudio elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). De acuerdo a los datos del informe, el Índice de Acceso a la Vivienda promedio en Chile es de 7,6, lo que significa que una familia debería destinar su salario completo por 7,6 años para poder costear una vivienda.

En entrevista con CNN Chile, el académico del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica, Javier Ruiz-Tagle, cuestionó los argumentos dados por la CChC, particularmente respecto a las normas que limitan el crecimiento urbano y la presión para ampliar la oferta de viviendas.

Ruiz-Tagle explicó que “en el año 1980 en Chile se liberalizó por completo el límite urbano, es decir, que el mercado defina hasta dónde llega la ciudad y lo que pasó es que se empezaron a acaparar terrenos por grandes operadores y grandes dueños de terreno, y lo que pasó es que subieron los precios. Lo contrario a la ley de oferta y demanda“.

“Si uno analiza la evidencia histórica, no hay ninguna evidencia que diga que los precios han bajado producto que se han ampliado los límites urbanos o producto de que se haya construido en mayor densidad”, sostuvo.

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Según el académico, hay dos motivos que explican los altos precios de las viviendas. El primero es que “desde el punto de vista demográfico, el tamaño de los hogares es más pequeño, pero se vuelve un círculo vicioso, porque en la medida que tengo un hogar más chico, la vivienda más chica es más cara y me obliga a tener menos hijos”.

En segundo lugar -y el punto en el cual hizo énfasis- “la política económica tiene que ver con que la vivienda se ve cada vez más como inversión y menos como un lugar donde vivir“. Y aseguró que la demanda creciente de la cual ha hablado la CChC corresponde a “los fondos de inversión extranjeros y los propietarios rentistas”.

En la publicidad inmobiliaria ya no dice’ viva acá’, dice ‘invierta acá. Gente que compra por 10 departamentos, 50, 222 departamentos encontramos en 2016, una sola persona. Y más encima que están exentos de impuestos, por lo tanto no tiene contribuciones. Tiene un negocio que renta al año $700 millones y no paga ningún impuesto”, expuso.

Y explicó que “ahí hay un negocio que es especulativo, que están esperando a que los precios suban, les conviene y mediante eso se han estado subiendo y subiendo los precios”.

Recuperación de la plusvalía

Ruiz-Tagle señaló un estudio realizado por él y su equipo en 2018 sobre la recuperación de la plusvalía: “Es un mecanismo que se utiliza en muchísimos países del mundo, en todos los continentes, que extrae recursos desde las alzas del valor del suelo. Los valores del suelo van subiendo y a medida que van subiendo se le cobran más impuestos, por inversiones de Metro, por cambios normativos, etc.”.

Bajo esa lógica, si alguien vive en una casa donde luego se instala una estación de Metro y la plusvalía sube, la persona “debería pagar más impuestos”.

Sin embargo, también indicó que “si alguien tiene poca plata, que pague pocas contribuciones; si alguien tiene mucha plata, que los pague todos“.

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