A comienzos de diciembre se dieron a conocer los resultados de un estudio europeo realizado por el consorcio EIT Food, el cual encuestó a más de 5 mil personas respecto a sus hábitos de compra y consumo de alimentos durante la pandemia.
Si bien este estudio analizó a una población específica, sus conclusiones se pueden extrapolar a otras latitudes. En conversación con CNN Chile, Eve Crowley, se refirió a esta investigación y a las similitudes que sus resultados tienen con la realidad local y mundial.
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La representante de Chile para la Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (FAO) destacó tres conclusiones generales, la primera de ellas es “un aumento en la inseguridad alimentaria, con un impacto generalizado en casi en todas las regiones y países (…) asociado al COVID-19”.
Asimismo, destacó que el segundo punto se relaciona con ciertos cambios en lo consumido por la gente, ya que se preferirían alimentos menos perecibles, las cuales son “cosas que quedan por mucho tiempo en vez de los alimentos más frescos y saludables”.
La tercera gran tendencia es que las personas “están comiendo mucho menos afuera del hogar”, debido a la amenaza de contagio que representa. Además, existiría “una preferencia, en general, de alimentos que sean más nacionales o locales en comparación con los importados”.
Crowley destacó el consumo de productos locales en el estudio europeo, ya que “un 87% de los encuestados aseguran que van a continuar comprando localmente en el futuro y si eso fuera verdad sería una innovación importante”.
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Su valor radica en que esta acción “no es solo buena para la economía local, sino que también mejora el acceso a alimentos frescos y saludables (…) además es mejor para el medio ambiente porque no hay tanta huella de carbono de transporte y exportación”.
Finalmente, la experta relacionó el acceso a una correcta alimentación con la realidad de la pobreza en Chile y sostuvo que “hay algunas estimaciones que señalan que podría haber hasta 1 millón de chilenos en una situación de inseguridad alimentaria severa. Eso es bien preocupante”.
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