“El desborde son situaciones imprevistas, pero que nos permiten conocer cosas nuevas, ver cosas que no habíamos visto porque los humanos tendemos a buscar el confort y no hacernos preguntas demasiado difíciles”.
Así describe el sociólogo Eugenio Tironi el título de su nuevo libro, El desborde, trabajo en el que analiza la crisis social y las razones tras el 18-O.
En conversación con Marca Registrada, Tironi explicó que en Chile se construyó “un modelo basado en la idea del mérito, en el esfuerzo individual, en las soluciones individuales, y el que no calzaba o entraba, estaba condenado a ser calificado como fracasado, como incompetente, y se fue creando una suerte de coalición de frustración, de sensación de fracaso, que fue la base y sigue estando un poco en la base, de las fuerzas que se alzaron contra el sistema“.
El sociólogo profundizó en los factores culturales que contribuyeron al estallido social: “está esta idea de que mediante el esfuerzo y la educación y la inversión en educación -que muchas veces significaba hipotecar la vida de los padres y de los hijos-, y eso de pronto se convierte en un fraude o por lo menos no tiene el rendimiento que se supone que tenía que tener“.
“Por otra parte, se expande una cultura igualitaria, en parte por la escolaridad, en parte por las redes sociales, por las experiencias que todos tenemos en la vida cotidiana, y que se topa con una cultura y una estructura oligárquica que frustra esa aspiración. Esto se nota muy fuertemente también cuando sube este gobierno, con el estilo del presidente, la historia del presidente de la República, el equipo que lo rodea, que da la sensación de que vive en una cápsula que es totalmente ajena a la vida cotidiana de la gente“, expuso.
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Dada esta desconexión de las autoridades, ¿por qué fue electo por segunda vez el presidente Sebastián Piñera? “Porque no somos consistentes en nuestras elecciones”, respondió Tironi, y “andábamos en la búsqueda de algo que no encontrábamos”.
El sociólogo también reconoció el impacto que tuvo en la sociedad el financiamiento ilegal de la política e hizo el paralelo con las demandas feministas: “la sociedad fue cambiando sus estándares, sus niveles de tolerancia, y pasó a ser escándalo lo que previamente no era escandaloso. Es como lo que pasa hoy día con el movimiento feminista: nos ha enseñado a que sea escandaloso lo que hasta hace mucho tiempo no nos parecía escandaloso”.
¿Cómo se sale de la crisis?
“Yo creo que lo que ha venido haciendo la sociedad chilena está bien encaminado: lo que hemos venido haciendo con el proceso constituyente, que las reformas que estamos haciendo van en buen camino”, dijo respecto al futuro de la crisis.
También se refirió a la forma en cómo hemos venido enfrentando la violencia y sostuvo que “no va a desaparecer de un día a otro, vamos a tener que irla conteniendo, vamos a tener que ir canalizándola, no va a extinguirse de un momento a otro porque eso podría significar un tipo de represión que provocaría heridas realmente irreconciliables“.
“Tenemos que acostumbrarnos a esta nueva normalidad, a la cual ahora se suma el coronavirus que nos obliga a otra nueva normalidad”, concluyó.
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