Luego de las elecciones, y a medida que se conoce más sobre los constituyentes, van surgiendo ciertas conclusiones respecto a las tendencias que marcarían el debate que comenzará en pocas semanas. Dentro de este contexto, el concepto de Constitución ecológica ha cobrado nueva vitalidad.
“Hoy estamos en medio de una crisis (…) sanitaria que está conectada con la falta de equilibrio con el medio ambiente”, dijo Marcelo Mena, director del Centro de Acción Climática de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
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En conversación con CNN Chile, el también ex ministro de Medio Ambiente detalló que, debido a esta crítica realidad nacional e internacional, es que muchos están pensando en “cómo se podría articular un acuerdo constitucional que sea un ejemplo para el mundo”.
“Hicimos un barrido por los 155 electos y 105 de ellos tienen a lo menos un tema ambiental, ya sea desde la protección ambiental de humedales, biodiversidad (…) o la resiliencia climática”, entre otras temáticas relacionadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de la Naciones Unidas (ONU).
El ex jefe de la cartera medioambiental calificó de “tremenda” la cantidad de temáticas ambientales que son abordadas por los nuevos constituyentes y la cifra de ellos que también con activistas ambientales. “Creo que hoy día están completamente disponibles los 2/3 para el medio ambiente”, zanjó.
Respecto a si existe en Chile el escenario político que permita avanzar hacia la protección del planeta, Mena afirmó que sí, ya que entre los constituyentes “nos encontramos nuevamente con una población de las más preocupadas del mundo por temáticas ambientales”.
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“Si uno mira a los diferentes electos, de dónde vienen y qué condiciones tienen (…) se puede ver que no estamos hablando de una preocupación que sea estrictamente de un partido o coalición, sino que se ve bastante transversal dentro de los miembros de la convención”, dijo.
Frente a otras constituciones verdes a lo largo del planeta, sostuvo que lo que está haciendo Chile hoy día “rompe con las tradiciones y los esquemas previos”. “Más que mirar a otras naciones, observemos lo que podemos ofrecer desde nuestro país al mundo como una guía de lo que podría ser una nueva Constitución ecológica en el siglo XXI”, concluyó.
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