Por Mónica Rincón
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La acusación contra el ex ministro del Interior se trata de una herramienta contemplada en la Constitución. Si es justo o no que la sanción
sea la inhabilidad para ejercer cargos públicos por cinco años, es un debate que se ha obviado hasta ahora, como destacó la senadora Yasna Provoste, y que debiera darse.

Responsabilidad política es un concepto que de izquierda a derecha se ha repetido mucho hoy en el Parlamento, pero que transversalmente suelen exigir al del frente y olvidar con los propios.

Saquémonos de este caso puntual de Andrés Chadwick. Tenemos una cultura en Chile de evadir responsabilidades políticas o administrativas y reducir las faltas a lo que la ley dice, como si la ética o la capacidad administrativa no fueran hechos relevantes en el quehacer público y privado.

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Un ejemplo: en el 27 F un almirante se fue a dormir y ni la entonces presidenta Michelle Bachelet Bachelet ni el presidente Sebastián Piñera cuando asumió, le pidieron la renuncia, ni él la ofreció. Otro caso: nadie a nivel ministerial dejó su cargo por los desfalcos en las Fuerzas Armadas y de Orden.

Hay muchísima historia desde el retorno a la democracia, en la izquierda y la derecha e incluye a parlamentarios involucrados en casos de
financiamiento ilegal donde, si la ley no sanciona, nadie da un paso al costado.

Entonces cuando hoy hablamos de mejorar la calidad de nuestra democracia, tomarle el peso a lo que significa ser autoridades, es entender
que deben cumplir con un estándar ético y de hacer bien el trabajo, que no se restringe a lo que sancionan los tribunales.

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