Que no sólo le pidió plata a Corpesca, que también a Costanera, GTD, Entel. ¿Dónde estaba el Servicio de Impuestos Internos que no se querelló por eventuales delitos tributarios? Dónde, porque no es que nada sabía sobre estas empresas, ellas habían arreglado su declaración tributaria y por lo tanto existían antecedentes a lo menos para investigar.
¿Dónde estaba entonces este servicio? Bueno, al mando del mismo director que paralizó las querellas en los casos de financiamiento político cuando ya se había llegado demasiado lejos.
Estaba poniendo cortapisas al no querellarse como era habitual de manera genérica (o sea en contra de quienes resulten responsables), sino con nombre y apellido, tratando de limitar las daños, tanto que luego además Impuestos Internos precisó que se querellaba sólo contra los que nombrada y contra nadie más.
Estaba mirando al techo el servicio cuando también empresas como Aguas Andinas, Copec y varias más ligadas al financiamiento de la política, también rectificaron sus impuestos y pagaron en silencio. En el mismo silencio que fueron quedándose las investigaciones.
Hoy el ex senador Jaime Orpis sí habló y dijo que todos los políticos se financiaban igual. Con estas “donaciones”.
Habría ahora que preguntarle al ministro de Justicia, porque si confía en Orpis, confía en que dice la verdad. Y si es así, ¿quiere decir que él también financió su campaña cuando era senador de esta manera?
Esta declaración de Jaime Orpis sabemos como empieza, pero no cómo termina. Aunque tal vez sí sabemos: con un SII que no quiso actuar con decisión, con algunos que quedan impunes y con una nueva ley a medida de los políticos, en la que los delitos electorales prescriben antes que el resto de las infracciones a la ley, en sólo dos años.
Así es que, salvo Orpis, casi todos pueden respirar tranquilos.
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