Ha sido el tema de discusión todo el día: el impactante video en que se ve como un carabinero dispara a un conductor de Uber mientras este graba la escena.
Y de inmediato se convirtió en asunto de trincheras, en que algunos culpan de todo a un supuesto uso de fuerza desmedida del uniformado, mientras otros cargan la responsabilidad exclusivamente a la imprudencia del chofer.
Pero como suele ocurrir en la vida real, el asunto es más de grises, que de blanco y negro. Porque una cosa es juzgar lo ocurrido desde la comodidad de las redes sociales o de este estudio de televisión, y otra muy distinta es tomar decisiones bajo presión.
¿Fue imprudente el chofer? Por supuesto: resistirse a un control policial es violar la ley, y hacer avanzar varias veces el auto cuando un carabinero está apuntando, es temerario. El conductror tuvo suerte de salir con vida, y fue formalizado por atentado a la autoridad y maltrato de obra a carabinero.
Eso no quita que la acción del carabinero pueda ser analizada y cuestionada. Cuando se le entrega el monopolio del uso de las armas a la policía, se les hace responsables de un actuar profesional. ¿Fue proporcional el uso de la fuerza? Considerando además que ya se había hecho un control previo por ser conductor de Uber.
Son preguntas que vale la pena hacerse, para mejorar la preparación y el estándar de respuesta de carabineros ante situaciones como estas. Y para que Carabineros y ciudadanos estemos más seguros. Ese análisis reposado es el que corresponde ahora.
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