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Episodios como el de Matías Pérez Cruz en el Lago Ranco o el del abogado Cristián Rosselot en un supermercado, ponen de manifiesto la faceta más clasista de los chilenos. Un tema que ha sido ampliamente debatido y criticado, y que podría tener una de sus curas en la psicología.

En entrevista con Cada Noche, la psicóloga y autora de La inteligencia asertiva, Javiera de la Plaza, respondió a la pregunta de por qué el chileno es clasista.

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Según la especialista, a lo que primero hay que poner atención es a las altas tasas de depresión que se registran en Chile. “Los países desarrollados dicen que si se invierte un dólar en salud mental por persona, se retribuye en 4 dólares producto de mayor trabajo y mayor salud para las personas”, afirmó.

Esta introducción no es azarosa. “Cuando hablamos de clasismo, puede haber alguien que no sepa comunicarse de manera asertiva”, señaló la psicóloga.

Lo que sucede, según De la Plaza, es que algunas “personas van acumulando micro situaciones de frustración, hasta que un día por un estímulo nimio le dejan la crema a otra persona“.

¿Qué es la asertividad y cómo entra en la escena? “La asertividad es una de las maneras que tenemos las personas de aprender a decir nuestro mensaje, a decir lo que pensamos de una manera respetuosa para con uno y con los demás“.

En este punto la psicóloga hizo la diferencia entre la agresividad y la violencia: “cuando uno es agresivo, no respeta el derecho del otro. Pero a veces la agresividad está envuelta en papel de celofán”, es decir, se esconde en situaciones como ser impuntual con el otro o sobre explotarlo. Una persona es violenta, en cambio, “cuando hay una descalificación que puede estar dada por un garabato, una frase que sea denigrante y/o la agresión de tipo físico”

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Para evitar estas conductas hay que generar una predisposición a llevarse bien con el otro y generar un clima de respeto. La idea es sacar de uno mismo lo que le está disgustando, pero de una manera tranquila y sin caer en lo que denominó “muletas psicológicas”: la ira, el alcohol y las drogas tanto ilegales como legales.

De la Plaza hizo énfasis en que está de acuerdo en que “Chile todavía es un país clasista, racista, en que depende del color de tu piel, en qué colegio estudiaste y en qué comuna vives, es cómo muchas veces vas a ser tratado”. Sin embargo, una forma de hacer esto más llevadero podría estar en la asertividad.

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