Benito Baranda, director ejecutivo de América Solidaria, afirmó en conversación con CNN Chile que “el Estado reaccionó tardíamente” ante la pandemia del COVID-19, que además de las consecuencias sanitarias está dejando rastros en materia económica y social.
Según el psicólogo de profesión, “los expertos internacionales están hablando que esta crisis sanitaria va generar mayores brechas de desigualdad y aumentará la pobreza”.
Además, enfatizó en que, a finales de marzo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió a los gobiernos para que tomaran medidas destinadas a “proteger a los grupos más vulnerables”.
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“Las familias de sectores populares llevan seis semanas con graves dificultades para alimentarse y esto también lo han dicho los alcaldes”, dijo Baranda y señaló que, por lo mismo, las comunidades han organizado ollas comunes con aportes de “solidaridad barrial”.
Igualmente, advirtió que las autoridades deben actuar con celeridad. “Lo que vamos a tener es un periodo de hambruna. La ausencia del Estado es muy fuerte”, afirmó.
En tanto, relató que, en compañía de su esposa, visitó un barrio de La Pintana para entregar cajas de alimentos donadas por amigos. “Nos dimos cuenta de algo que no veíamos desde la crisis económica de los 80″, sostuvo.
“Le quiero recordar a los economistas que el ’82 se gasto el 35% del PIB para salvar a la banca. Hoy tenemos que salvar al 80% de la ciudadanía chilena. Muchos que son de la clase media van a quedar muy cercanos a la pobreza por ausencia de trabajo”, manifestó Benito.
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Por lo mismo, dijo que Chile “puede y tiene que endeudarse” si es necesario, para ir en ayuda de los más necesitados. “No puede ser que en plena democracia hagamos que los más pobres carguen con la crisis social y económica”, afirmó.
Además, mencionó que el país “no necesita economistas que no sean capaces de llegar a los sectores de mayor pobreza”, ya que es justamente la población con menos recursos económicos la más afectada durante una crisis.
Finalmente, llamó a las autoridades a fortalecer la educación remota. Relató que, tras el terremoto de 2010, fue testigo de jóvenes que desertaron de la escolaridad por no tener las herramientas, lo que, a su juicio, impacta directamente en los niveles de pobreza.
“El Estado debería acelerar los programas de entrega de computadores para los jóvenes. Si tú no le aseguras acceso con internet, no van a poder asistir a clases y van a tener más dificultades de las que tienen y lo más probable es que abandonen la escolaridad”, puntualizó.
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