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Mientras que los restaurantes siguen sin poder abrir sus puertas por el riesgo de contagio de coronavirus, un nuevo modelo de atención se abre paso. Se trata de las dark kitchen, un concepto innovador que se abre paso como alternativa en medio de la pandemia.

Es posible que, a raíz de la crisis sanitaria por COVID-19 y sus efectos, solo la cocina sea una de las formas viables de adaptación de los restaurantes. Se trata de una logística distinta para la producción y distribución de alimentos preparados.

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Las dark kitchens, y las plataformas de delivery en general, aportan de cierta manera a la democratización de la cocina por el hecho de que hoy cualquier pequeño emprendedor que tenga un producto bien pensado y que tenga características que les permita destacarse o diferenciarse del resto, pueda competir en el mercado sin la necesidad de contar con un gran capital para invertir en todo lo que es infraestructura, arriendo y contratación de personal, sino que puede simplemente crear un restorán virtual, y comenzar operando desde una dark kitchen y vendiendo a través de las aplicaciones de última milla”, explica Nicolás Olid, CEO de Grupo LaCocina.

La empresa Grupo LaCocina fue creada en 2019 como respuesta a una realidad que ya venía asomándose en el rubro, pero que la crisis sanitaria potenció. Pedir comida a la casa, más allá de pizzas o sushi, es una comodidad que cada vez más se transforma para algunos en una necesidad.

El sistema de dark kitchens llegó hace tres años a Chile, y es una especie de cowork de restaurantes, instalados en 200 a 300 metros cuadrados, donde pueden funcionar hasta 10 cocinas diferentes. Algunas son sólo virtuales, otros de establecimientos físicos, pero que con este sistema pueden ampliar su radio de reparto en las ciudades.

Nosotros creemos que los restoranes tradicionales, con salón de comedor y garzones, no dejarán de existir, ya que satisfacen la necesidad de las personas de salir, sociabilizar, de entretenerse fuera de la casa. Algo que ha estado presente y que siempre estará”, agrega Olid.

Otra de las ventajas de las dark kitchens es que pueden estar insertas en polos habitacionales de alta densidad y con buena conectividad, pero en calles secundarias, por lo que se puede acceder a arriendos más baratos.

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“Desde un punto de vista mucho más inmobiliario tenemos como dos efectos importantes. El primero está relacionado con la reconversión de superficies de los grandes retailers. Hoy día están en un proceso de adpatar sus salas de venta principalmente por la llegada del e-commerce, las que pueden ser utilizadas fácilmente por las dark kitchens o dark store, dado que cuentan con buenas ubicaciones, acceso, energía, y no necesitan la exposición del comercio presencial, por ende pueden quedarse en un sector más de trascaja o secundario“, dice Esteban Acevedo, gerente de finanzas corporativas GPS Property .

Una alternativa de supervivencia para restaurantes que ahora deben mantener sus puertas cerradas, en un escenario aún incierto.

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