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El aniversario de dos crímenes atroces. Una machi en huelga de hambre. 4 camiones quemados. Y una controversia política y jurídica que crece.

Son los ingredientes del un momento especialmente complejo con que está comenzado este 2017 en la región de la Araucanía. Con un atentado en Tirúa que dejó a 4 trabajadores heridos.

Cuando se cumplen 9 años del asesinato de Matías Catrileo, y a 4 del matrimonio Luchsinger – Mackay, el caso de la machi Francisca Linconao renueva el clima de tensión en la zona, con un nuevo atentado incendiario esta madrugada.

La machi, formalizada por su eventual participación en el incendio que terminó con la vida de los Luchsinger – Mc Kay, está en frágil estado de salud, tras cumplir 13 días de huelga de hambre, en protesta por su  prisión preventiva durante 9 meses. 

Lo más desconcertante es que tanto el juez de garantía como dos de los tres ministros de la Corte concedieron el arresto domiciliario a Linconao, lo que hubiera bastado para casi cualquier caso en Chile. 

Pero como está formalizada por ley antiterrorista la Corte de Apelaciones interpretó que se necesitaba la unanimidad de sus integrantes para revocar la prisión y resulta que un Ministro se opuso. Otros sotiene que la unanimidad sólo debiera exigirse si se estuviera ñpidiendo la liobertad y no el arresto domiciliario.

Es cierto que las medidas cautelares son resorte de los tribunales, pero no hay que olvidar, que en este caso ellos están aplicando una ley cuestionada en Chile y desde organismos internacionales, una norma que este gobierno se comprometió a adecuar para que cumpliría los estándares ddel derecho internacional y  por la cual, tampoco hay que olvidarlo, el estado de Chile ha sido condenado en la corte interamericana de derechos humanos. 

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