“Amor, no es lo que parece”. Frase de relaciones de pareja hoy sirve para la política. Las pesqueras tuvieron estrecha relación con autoridades, influyeron en leyes, financiaron campañas, pero todos lo niegan. En el caso de Jaqueline Van Rysselberghe, los correos están y ella lo reconoce. Intercambian información. La parlamentaria pide y revive instrucciones e incluso le pregunta al entonces presidente de una de las asociaciones de pesqueras, Luis Felipe Moncada si debe agregar una indicación en la ley del Jurel.
Pero la presidenta de la UDI, nos intenta convencer de que no se coordinó con ASIPES y que no fue influenciada. Que no es lo que parece. Agrega que no recibió financiamiento irregular de esos empresarios. ¿Y por vía regular? Nada dice.
Hay más casos. También conocimos correos entre pesqueros que dan cuenta de una reunión entre Mondaca de ASIPES y el entonces subsecretario de pesca, Raúl Súnico militante socialista. Este le aseguraba que no se terminaría con la pesca de arrastre, entre otros intercambios de información de otras normativas pesqueras. Pero el ahora ex subsecretario, cuya esposa recibió 34 millones de pesos de ASIPES, no cree que por lo bajo hubiera un conflicto de interés y, curiosamente, prefirió callar estos nexos y decir que renuncia sólo porque no quiere ataques a su familia.
El PS le suspendió la militancia, pero el gobierno, se limitó a aceptarle su renuncia sin ninguna condena ética ni menos intento de averiguar si se violó alguna ley. En la vereda del frente la UDI, hasta ahora calla. Las redes de las pesqueras no sólo atrapaban productos del mar. Los tribunales deberán determinar si además compraron conmciencias.
Pero que hay leyes hechas a su medida, las hay. Que como sostiene la Fiscalía, hay corrupción detrás, la hay. Chilenos, sí es lo que parece.
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