Estás a punto de exponer un punto bien pensado en una reunión cuando, de repente, un colega salta y te corta la idea.

¿Qué deberías hacer?

“Si permites a alguien que constantemente te interrumpe y se toma la reunión, pierdes tu voz”, dice Jay Sullivan, administrativo partner de Excec-Comm, una firma consultora de habilidades de comunicación comercial.

“Si a alguien no le está permitido añadir valor, son disminuidos y no tienen chances para realmente brillar”, asegura.

Ser interrumpido puede dejarte con una sensación de ansiedad e, incluso, enojo. Sin embargo, existen maneras para volver a ganar tu terreno sin causar tensión.

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No asumir que hay mala intención

No es divertido ser interrumpido. Se siente irrespetuoso y puede hacerte perder la línea de tus ideas. Pero el que interrumpe no siempre tiene intenciones maliciosas.

“Para algunas personas puede ser desafiante el no interrumpir. Pueden sentirse muy motivados a contribuir en la conversación” dice Stacey Engle, presidente de Fierce Conversations.

Pero eso no quiere decir que deberías dejar a las personas pasar por encima tuyo.

“Si eres constantemente interrumpido, eso podría dañar tu carrera bastante rápido”, dice Tania Luna, Co-CEO de LifeLabs Learning, que provee entrenamiento a empresas. “Puedes ser visto como un trabajador que contribuye”.

Eso puede ser especialmente cierto en casos de “mansplaining” o “hepeating”, cuando colegas hombres interrumpen a mujeres o repiten sus ideas para tener el reconocimiento que, de otra forma, sus colegas mujeres habrían merecido.

Conocer tu audiencia

Si sientes que estás siendo cortado constantemente, la clave es mantenerte frío y conservar la calma.

Sullivan recomienda decir el nombre de la persona, pero con un tono positivo. “Al decir su nombre, casi siempre dejarán de hablar”. Luego, continúa diciendo cuánto aprecias su punto de vista o que te agrada que estén de acuerdo contigo, pero que te gustaría terminar tu idea.

“Ahora has retomado tu piso, pero no tienes que hacer nada para enajenar la sala saliendo al paso de manera negativa”, dice.

También puede ser de ayuda tener un par de frases listas para cuando seas interrumpido y así evitar sentirte nervioso. Luna sugiere decir algo como: “antes de continuar permítanme terminar mi punto” o “estaba 75% listo con mi punto”.

“Entrégales un porcentaje. Eso lo convierte un poco en un juego: las personas estarán interesadas en qué era el 25% que faltaba”.

Si no estás cómodo repitiendo el crimen, puedes esperar que el interruptor termine.

“Asegúrate de mantener tu puesto en la fila conversacional”, dice Luna. Eso quiere decir que te asegures de que logres terminar de plantear tu idea antes de que la conversación cambie a un nuevo tema”.

Las reglas cambian un poco si es tu jefe el que te interrumpe. “Conoce la sala y tu rol, el por qué estás en la reunión”, dice Sullivan. “Si es tu jefe el que interrumpe, tu trabajo no es tratar de pasar por encima de él y retomar tu voz. No puedes desafiar públicamente al jefe en una reunión, eso no va a funcionar”.

En lugar de esto, ten una conversación uno a uno más tarde para discutir lo que pasó. Puedes empezar diciendo cómo estás tratando de mostrar más liderazgo en las reuniones al compartir tus ideas, pero que no tuviste la oportunidad después de ser interrumpido.

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Adueñarse de la conversación

Si estás dando una presentación, pon las expectativas por delante.

Para evitar que hablen encima tuyo, Luna recomienda clarificar al inicio que escucharás preguntas al terminar.

Sin embargo, si es el jefe o la persona que te pidió que hicieras las presentación la que está interrumpiendo, eso puede decir que es momento de pausar tu plan y saltar directamente a lo que te están preguntando.

“Tu única agenda es satisfacer su agenda”, dice Sullivan, quien recomienda decir algo como: “me alegra que hayas preguntado sobre eso, vamos a esa parte de la presentación” o “iba a llegar a eso en algunos minutos, pero con gusto pasemos a eso ahora mismo”.

Ayudar a otros a tener voz

Los líderes en las reuniones no son los únicos a cargo de montar y ejecutar la agenda, también necesitan asegurarse de que todos tengan la posibilidad de expresarse libremente sin ser interrumpidos.

Si notas que alguien está siendo interrumpido, Sullivan sugiere explicar que sería útil escuchar más sobre lo que esa persona está diciendo.

La clave es empatizar con la idea de que sería productivo para el equipo escuchar el pensamiento completo.

Decir ‘quiero escuchar el resto de las ideas de Susan” puede verse como algo personal, por lo que Sullivan explica que puede ser mejor decir “creo que sería útil para el grupo escuchar el resto de las ideas de Susan”.

Tener un par de preguntas “rituales” que haces en cada reunión puede también animar a que todos se sientan cómodos hablando y dando sus puntos de vista, sugiere Luna.

Preguntas como “¿De quién todavía no hemos escuchado?” o “¿Qué punto de vista no hemos considerado?” pueden ayudar a abrir el diálogo y a hacer que más personas se sientan más seguras para hablar.

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