El Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE), elaborado por la Universidad Adolfo Ibañez e Icare, reflejó el impacto que causó en la economía la crisis social que se vive en Chile desde mediados de octubre.
De acuerdo a los detalles consignados en El Mercurio, el índice alcanzó 32,53 puntos, mostrando un descenso de cuatro unidades respecto a la medición de noviembre (36,58).
Esta cifra significa además el nivel más bajo que ha llegado el IMCE desde que se comenzó a realizar esta medición de expectativas empresariales, en el 2005, el cual se crea a partir de una encuesta a 305 ejecutivos y empresarios.
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Esta caída muestra un estado de animo pesimista, lo que puede repercutir en algo clave para la economía del país: la inversión.
El indicador más bajo del mes corresponde al sector de la minería, cuyo indicador de confianza pasó de 51,3 puntos a 37,42, el valor más bajo desde inicios del año 2015.
Asimismo, en el sector de construcción se pasó de 26,09 a 21,43 y la industria tuvo un descenso de 37,54 a 34,6. Por otro lado, el comercio es el único sector que tuvo un leve rebote al anotar un alza de 31,83 a 33,85 puntos.
Al respecto, el presidente de Icare, Claudio Muñoz, señaló al matutino que “la caída del indiador de confianza empresarial es una señal de incertidumbre, que puede repercutir gravemente en la inversión, que es la fuente directa del crecimiento. Sin confianza empresarial y sin inversión el país no crecerá y no será posible financiar en el tiempo la agenda social en marcha”.
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Por su parte, la gerenta general de Cadem, Karen Thal, asegura que el IMCE de diciembre “debe convertirse en un llamado urgente a todos los actores políticos y empresariales a reflexionar“.
Según estima Alejandro Montecinos, investigador de la Escuela de Negocios de la U. Adolfo Ibáñez, los distintos puntos de vista que influirán en la generación de una nueva Constitución, “es una amenaza para un ambiente empresarial dinámico”.
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