EFE

Durante esta jornada, en el marco de las clasificatorias para el Mundial 2026, en el encuentro entre Brasil y Argentina, un grupo de hinchas de la selección albiceleste fue reprimido por la policía brasileña, lo que provocó el retraso del encuentro y la salida de Argentina del campo de juego por 17 minutos.

Encabezados por el delantero Lionel Messi, los jugadores argentinos decidieron abandonar el Estadio Maracaná hasta que la situación se calmara y los hinchas pudieran volver a la normalidad.

Messi hizo un gesto a sus compañeros indicando que no era posible jugar en esas condiciones y lideró el retorno a los vestuarios.

“No podemos jugar así, nos vamos”: fueron las palabras expresadas por el delantero del Inter de Miami mientras se dirigía de regreso a los vestuarios.

Finalmente, después de 17 minutos de espera y tras diálogos entre las dirigencias de ambas selecciones, el partido pudo comenzar en Río de Janeiro. Sin embargo, las imágenes de las agresiones han generado diversas reacciones de molestia en las redes sociales.

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