Este lunes, el Tribunal de Disciplina de la ANFP dio a conocer uno de sus mayores castigos por los hechos de violencia ocurridos durante la final de la Supercopa entre Colo Colo y Huachipato.
Ante esto, la Garra Blanca compartió una publicación en Instagram manifestando su descontento con la decisión y amenazó al ente rector con “jugar sucio”.
“Si quieren jugar sucio, le entramos“, así comenzaron especificando, añadiendo que la medida tomada por el ente presidido por Pablo Milad es discriminatoria.
“Para nosotros la discriminación social es pan de cada día, la vivimos desde nuestro nacimiento hasta el día de nuestra muerte. La vivimos en salud, educación, sin acceso a áreas verdes, vivienda, acceso a la justicia, y un largo etcétera. Tampoco somos católicos, como para andar colocando la otra mejilla, nos provocan y reaccionamos“, comentaron.
Asimismo, la Garra Blanca comentó que reaccionaron a la provocación realizada por la ANFP en la Supercopa, la cual fue la que dio origen a la sanción.
“Nos quisieron censurar nuestro legítimo repudio en contra del asesino de Piñera y respondimos”, escribieron, agregando que respondieron “de la misma manera en que nos tratan en nuestra vida cotidiana, con violencia. Cuando la tiranía es ley la revolución es orden“.
A raíz de la sanción, especifican que esté un “acto ilegal y arbitrario, vulnerando el principio de inocencia e igualdad“, luego de que involucraran a todos los hinchas que estaban presente en el encuentro y no solo aquellos que tuvieron que ver con los incidentes en el Estadio Nacional.
“Es una discriminación en contra de la gente más humilde, que con mucho esfuerzo compra una entrada a un sector popular a un precio elevado. El organizador del evento falló en la seguridad de principio a fin. Es más, la ANFP debería devolver el dinero de las entradas, por su negligente manejo de la situación”, explicaron.
Finalmente, los hinchas albos apuntaron contra el presidente de la ANFP, Pablo Milad, asegurando que este “al ver el repudio del pueblo hacia Piñera, y quedando expuesto al ridículo, no halló mejor castigo que no entregar la copa al legítimo ganador de la Supercopa”.
“Quedó de manifiesto que el enrolamiento, los empadronamientos y el reconocimiento biométrico no sirvieron ni servirán. Estos actos arbitrarios y discriminativos solamente generan más odio y nos ponen en posiciones antagónicas con las autoridades de turno, tanto del futbol como las autoridades del Estado”, agregan.
“Si quieren jugar sucio, también sabemos jugar sucio. Sabemos como vulnerar sus accesos“, cierran.
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