Se puede tocar el cielo, o caer tan bajo que muchos desaparecen de la vida pública por un tiempo. Es lo que puede pasar tras subir a presentarse en el escenario de la Quinta Vergara, lo que representa en la carrera de un humorista puede pasar de lo más claro a lo más oscuro.
“Es riesgo al alto, entonces si te va mal, te tienen que pagar lo suficiente para que puedas quedarte unos buenos meses en la casa“, señaló Benito Espinoza a CNN Chile.
Es que hay que tomárselo en serio, la Quinta Vergara puede enterrar o consagrar tu carrera como le pasó a Dinamita Show. “Viña del Mar significa todo en mi carrera, mi vida, es un escenario que quedé enamorado desde la primera vez en 1996“, dijo Paul Vásquez.
En la última década, hay momentos icónicos como el debut de Jorge Alis o también otro como cuando Pedro Ruminot sacó adelante los problemas con los nervios y las pifias para terminar ganando la Gaviota de Plata. La icónica presentación de Natalia Valdebenito quien cumplió con lo prometido en la antesala de su show.
A días de una nueva versión, los problemas para cerrar la lista definitiva de comediantes, hace que nos hagamos la siguiente pregunta, ¿subirse a ese escenario es para disfrutarlo o vencer el karma de ser apabullado por las pifias?
“Yo creo que el comediante viejo quiere volver a retrabajar, a relanzar su carrera, quiere ver si es que existe una posibilidad de esta generación de estar vigente”, expresó Edo Vallejo.
Por su parte, el “Flaco” puntualizó que: “Si te llaman a tomar ese cupo, y eres un comediante nuevo, tómalo, ve, gózalo, disfrútalo y verás que es tan rico ese escenario. Es algo maravilloso“.
“Estar en ese escenario es un gran paso para cualquier comediante, algunos lo entienden como la consagración de una carrera”, complementó León Murillo.
Tarea titánica para muchos y un momento de relajo para otros, porque al final es solo un show que hay que tomárselo con humor.
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