(CNN Español) – “Yo pensé que era gente que estaba turisteando nomás”. Con estas palabras, Sergio Catalán describió en 1972 lo primero que se imaginó cuando vio a Roberto Canessa y Fernando “Nando” Parrado, dos de los sobrevivientes de la “tragedia de los Andes” que habían escalado durante 10 días la cordillera de los Andes en busca de ayuda.

Canessa y Parrado eran parte de los 16 sobrevivientes del accidente ocurrido el 13 de octubre de 1972, cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya con destino a Santiago de Chile se estrelló en la cordillera de los Andes con 45 personas a bordo, incluidos 19 miembros del equipo de rugby del colegio Christian Bross, en Uruguay.

En total, 29 de los pasajeros fallecieron (unos inmediatamente y otros con el paso de los días). Las 16 personas con vida estuvieron más de dos meses en las montañas nevadas de los Andes y pudieron sobrevivir gracias a los pocos alimentos que tenían e incluso a la alimentación basada en carne humana.

Pero hubo un factor más que fue clave en la supervivencia de todos: el arriero chileno Sergio Catalán.

El personaje de Catalán aparece fugazmente en la película La sociedad de la nieve, de Netflix, basada en la tragedia. Es la primera persona con la que se encuentran los sobrevivientes en el arroyo después de 72 días y, aunque se aleja cabalgando, es el responsable del rescate, y entre él y los sobrevivientes se forjó un lazo que duró por décadas. Esta es su historia.

Sergio Catalán, el arriero que salvó 16 vidas

Cuando Canessa y Parrado se separaron del grupo en busca de ayuda, los sobrevivientes ya llevaban casi dos meses varados en las montañas de los Andes.

Decidieron apartarse de los demás porque era su única oportunidad de supervivencia, pues en la radio que tenían escucharon que las autoridades habían suspendido las labores de búsqueda.

Tras 10 días de escalar la cordillera desde el punto donde se encontraba el grupo, llegaron a una cima de montaña y la pasaron. Una vez allí, transitaron del paisaje nevado a uno lleno de vida, según contó Canessa en 2020 al programa uruguayo Desayunos informales.

“Venía de la cordillera, de lo glaciar, donde no hay vida. Y vas volviendo: primero ves agua, después ves pasto, después una lagartija, después ves vacas… pero te falta el hombre“, dijo Canessa, quien tenía 19 años en el momento del accidente y ahora es médico cardiólogo.

“¿Realmente llegaste a la civilización? Nos faltaba el hombre. Y, cuando lo vi, dije: Tenemos la posibilidad real de ese mañana”, agregó.

Sergio Catalán, quien falleció en febrero de 2020, se encontraba trabajando en el momento que vio a los dos sobrevivientes de la “tragedia de los Andes”.

El arriero Sergio Catalán junto a Roberto Canessa el 12 de octubre de 2002 para una ceremonia conmemorativa por el 30 aniversario de la tragedia de los Andes. (Crédito: JULIO CASTRO/AFP vía Getty Images)

El hombre chileno era arriero y estaba con el ganado cuando divisó a los uruguayos.

“Primero, cuando yo los vi, estaba juntando el ganado, pero yo pensé que era gente que estaba turisteando nomás. Después, cuando ya los veo que se aproximan corriendo, casi hasta donde ya podían gritarme, me hacían (señales) con las manos, pero no les entendía lo que decían”, dijo Catalán en una entrevista de 1972, la cual fue incluida en el documental El arriero del canal de YouTube Contacto.

Canessa y Parrado no podían acercarse más a Catalán por un obstáculo natural: un arroyo que no permitía cruzar al lado donde se encontraba el arriero. En realidad, no era un arroyo ancho, pero la rápida corriente impedía el paso. Además, el ruido de la corriente era fuerte, por lo que las palabras de los uruguayos no podían ser escuchadas.

“Ellos no tenían con qué comunicarse. Nada. No tenían un papel, no tenían un lápiz“, comentó Catalán a Contacto, en una entrevista de 2011, que fue incluida en el documental de 2013.

Catalán fue al refugio de un compañero por un pedazo de papel, un lápiz, pasó ambas cosas al lado de Canessa y Parrado para que escribieran una nota y así averiguar lo que pasaba.

Y la historia que leyó en aquella nota es la increíble odisea que todos conocemos ahora como la “tragedia de los Andes”.

Esta nota fue escrita por Parrado. Algunas de sus palabras en el papel fueron las siguientes: “Vengo de un avión que cayó en las montañas, soy uruguayo, hace 10 días que estamos caminando, tengo un amigo herido arriba (Canessa, que no bajó a la orilla del arroyo por una lesión), en el avión quedaron 14 personas heridas. Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida, estamos débiles. ¿Cuándo nos van a buscar arriba?”.

Sergio Catalán dejó sus actividades para ayudarlos. Recorrió 120 kilómetros a caballo para avisar que había encontrado a dos personas sobrevivientes de un accidente de avión.

Sergio Catalán sube a un caballo y a su lado se encuentra Roberto Canessa, en el marco del 30 aniversario de la tragedia de los Andes, el 12 de octubre de 2002. (Crédito: JULIO CASTRO/AFP vía Getty Images)

Catalán, quien se encontraba en el lado chileno de la cordillera, viajó “todo el día y una noche” con la nota para llevarla a las autoridades, dijo a Contacto. Fueron 10 horas caballo para entregar la nota a los Carabineros de la localidad de Puente Negro.

Al principio, las autoridades creyeron que estaba en estado de ebriedad, pero la nota de “Nando” Parrado fue la prueba fehaciente de que estaba diciendo la verdad, por lo que fueron en busca de los dos uruguayos.

Catalán vio por primera vez a Canessa y Parrado el 21 de diciembre de 1972. Todo ese día el arriero lo dedicó para dar aviso a las autoridades. El 22 de diciembre, helicópteros llegaron hasta el lugar del accidente, donde se encontraban los 14 sobrevivientes restantes. Las labores de rescate, dice Contacto, tardaron dos días por las malas condiciones climáticas.

Canessa contó a Desayunos informales que, a pesar del paso de los años tras el rescate, la buena relación se mantuvo con Catalán, al punto de compartir varias reuniones y forjar un lazo inquebrantable de décadas de duración.

Por su parte, Carlos Paéz, otro de los sobrevivientes del accidente y cuyo padre organizó expediciones para encontrar a los sobrevivientes, dijo que Sergio Catalán fue como un padre para todo el grupo.

Es un momento duro porque se cierra un capítulo de la historia nuestra y para nosotros fue como un padre. Hemos tenido un vínculo a lo largo de estos 47 años permanente y a través del tiempo”, comentó Paéz a CNN Chile tras el fallecimiento de Catalán, a sus 91 años.

Sergio Catalán, “un gran hombre con una gran familia. Le debemos la vida“.

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