Por Emilio Senn y Camila Morandé
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Cimentando un largo camino de excelencia en el New Romance, la mítica banda británica Duran Duran (Come Undone, Ordinary World, Save a Prayercelebra ahora 45 años de música con Danse Macabre, su decimosexto álbum de estudio.

El último proyecto fue lanzado en todas las plataformas digitales el 27 de octubre de 2023 y cobra vida como una mezcla entre temas inéditos, versiones nuevas de lanzamientos anteriores y covers de artistas como The Rolling Stones, Talking Heads e incluso Billie Eilish.

Por una tarde, CNN Magazine tuvo pase libre a la genialidad de Simon Le Bon, John Taylor, Roger Taylor y Nick Rhodes, y mantuvo una conversación con este último, cuyos dedos han guiado los teclados de la banda desde su debut (1978).

Rhodes compartió las inspiraciones detrás del nuevo álbum, dio detalles sobre el proceso creativo de su producción e hizo un viaje en el tiempo para rememorar sus visitas a Santiago de Chile.

Danse Macabre: Una lluvia de ideas de dulce o truco

Entre tanta fusión, ¿qué tienen en común todas las canciones? Una mirada al mundo “desde el humor negro”, reflexiona el músico de 61 años.

Cuenta que la canción que da título al disco está inspirada en Halloween, honrando el genuino lazo que los cuatro sienten con el 31 de octubre. “Siempre nos ha gustado esa época del año. Hay algo genial en celebrar lo desconocido, las criaturas de la oscuridad. Siempre me ha gustado visualmente, también, el Día de los Muertos mexicano. Creo que es emocionante y fue genial tener un tema, un ambiente, una atmósfera para escribir algunas canciones nuevas”.

También trabajaron en covers y regrabaron algunos de sus propios clásicos, volviendo a ajustar su estilo. “Así que fue una combinación inusual para hacer un álbum”, admite. “Pero creo que el hecho de que todas se rigen bajo el mismo estado de ánimo es lo que, de alguna manera, lo mantiene todo unido”.

¿Cómo se les ocurrió la primera idea? “Bueno, todo empezó en un concierto”, recuerda. La ceremonia introductoria del Salón de la Fama del Rock and Roll del año pasado, en Los Ángeles.

“Antes de eso, queríamos tocar unos cuantos conciertos, sólo para calentar y tocar juntos. Y salimos de un show en Las Vegas, en Halloween, que fue una idea fascinante. Porque, en Estados Unidos, Halloween se celebra mucho más que en muchos otros países. Así que le sugerí al resto que hiciéramos unas cuantas versiones nuevas de canciones que nos gustan y que encajan en esta temática”.

Psycho Killer, de Talking Heads, surgió de forma natural, “ya que todos éramos grandes fans de esa canción desde hacía mucho tiempo”. Le siguió SPELLBOUND, de Siouxsie and the Banshees. Más tarde, Simon Le Bon, la voz tras el micrófono, puso sobre la mesa Painted Black, de los Rolling Stones.

“De la nada, teníamos que aprendernos cuatro covers. En cuanto a nuestras propias canciones, sugerí elegir algunas que no tocábamos tan a menudo, como Secret Oktober y Shadows on Your Side… y todas esas canciones de Duran Duran que no habíamos tocado en muchos años pero que, de alguna manera, encajaban”, reflexiona.

Esto supuso una enorme cantidad de trabajo para los miembros de la banda, ya que tuvieron que aprender mucha nueva música. Y rápido. “Creo que eran catorce canciones, además de Wild Boys y Hungry Like the Wolf. Pero para una noche, era mucho; así que muy probablemente estuvieron maldiciéndome todos un buen rato, meditando que nunca debieron haber aceptado la idea. Pero al final, cuando dimos el concierto, trabajamos en tener las canciones, las ensayamos, Simon se aprendió la mayoría de las letras y así… sencillamente nos miramos y dijimos: ‘Bueno, la verdad es que estuvo bastante bien’. Fue divertido”.

Prestaron especial atención a las emociones de los asistentes durante todo el concierto y les gustó lo que encontraron. “Fue gratificante ver las caras de la gente en el público, porque no sabían qué esperar en absoluto”.

De izquierda a derecha: Roger Taylor (batería), Nick Rhodes (teclado), Simon Le Bon (voz) y John Taylor (guitarra/bajo). Fotografía: Stephanie Pistel

Hey, así suena cuando Duran Duran toca una canción de Billie Eilish

Finalmente, decidieron ir al estudio y grabar lo que acababan de crear. “Eso abrió otra puerta para escribir otras canciones de las que, por aquel entonces, habíamos hecho un cover. Bury A Friend, de Billie Eilish, que ha sido una de mis favoritas de los últimos cuatro o cinco años. Así que la propuse y a Simon le encantó la idea”.

En cuanto al material propio de Duran Duran, en lugar de tocarlo como siempre lo habían hecho, empezaron a actualizar y a adaptar su sonido a la temática del nuevo disco. “Creo que todo encajó, porque éramos nosotros mismos tocando las canciones y era nuestra visión de cómo sonaban”.

De manera espontánea, Rhodes aclara que no había ningún tipo de sentido de competitividad oculto en grabar sencillos de otros artistas. “Nunca buscamos hacer una versión mejor. Porque todas las versiones originales de esas canciones son increíbles”.

Querían presentar los temas tanto a su público más reciente como al más veterano, pero al estilo de Duran Duran. “Algunos de los que aún no conocen las canciones. Y a los que ya las conocían, decirles: ‘Hey, así es como suena cuando nosotros tocamos esa canción”.

Dice que también les hizo mucha ilusión que Victoria de Angelis, bajista de la banda italiana Måneskin, participara en Danse Macabre. Y en esa misma línea, no tiene tapujos en expresar su admiración por los ganadores de Eurovisión 2021. “Creo que son una de las mejores bandas que hay en este momento. Tienen una energía y una originalidad, una crudeza y una frescura que, en realidad, resultan inusuales en la música moderna.”

En los últimos años, Rhodes ha descubierto a varios artistas emergentes y se ha familiarizado con “música nueva increíble” a través del podcast WHOOOSH! de su compañero de banda Simon. “Él ha hecho todo el trabajo por mí y ha buscado y enmarcado cosas geniales”. ¿Una de sus sorpresas más alabadas? La banda ganadora del Brit Award a Artista Nuevo 2023, Wet Leg.

Nick Rhode y Simon Le Bon | Fotografía: Stephanie Pistel

Desde 1978 a 2023: “Duran Duran siempre ha sido una banda honesta”

Mantenerse vigente durante 45 años en el mundo artístico no es una tarea fácil. ¿Qué ha hecho Duran Duran para no perder su chispa? Según Nick, el secreto tras semejante hito carece de fórmula mágica: es, más bien, naturaleza humana. (Cuando se es un prodigio musical, claro).

“Creo que, en muchos sentidos, es igual que cuando empezamos. No hemos perdido nuestro amor por la música, nuestro entusiasmo y nuestra curiosidad. Hay que mantener curiosidad en la vida si se quiere descubrir cosas nuevas, y todos en la banda tenemos eso”.

A la hora de trabajar en un nuevo disco, siempre buscan la novedad. “Jamás nos sentamos y pensamos en hacer uno igual al anterior o al que hicimos hace diez años’. Pensamos en qué nos puede provocar entusiasmo. Y nos entusiasma el cambio, nos entusiasma la tecnología, ponernos a prueba”.

Duran Duran en 1981. Arriba, de izquierda a derecha: Nick Rhodes, Simon Le Bon y Andy Taylor (exguitarrista). Abajo: John Taylor y Roger Taylor. Fotografía: Finn Costello

El tecladista, entonces, comparte una lección sobre la importancia de la reinvención: “Si quieres crear algo realmente artístico, no lo logras quedándote en un lugar seguro. Tienes que ir más allá, adentrarte más en el mundo, o en lo desconocido, donde no te sientas tan a salvo. Ahí es cuando asumes más riesgos y creas algo más interesante”.

Para Rhodes, el hecho de que Duran Duran sea una banda que no envejece en el tiempo recae en su naturaleza genuina. “Todo lo que hacemos, en realidad, es intentar hacer cosas que nos parezcan bien. Y honestidad. Duran Duran siempre ha sido una banda honesta. Nunca hemos sido una banda que se queje de las cosas o que marche por causas, a pesar de que hay muchas causas en las que creemos firmemente. Siempre hemos sido de luces y sombras. Equilibrio. Como se busca en la vida”.

Sudamérica: Un público mejor que en Norteamérica, Europa e incluso su natal Reino Unido

La banda ha estado varias veces en Chile. La primera vez fue en 1993, ante un Estadio Nacional repleto.

El músico revive los sentimientos que experimentó en su segunda visita cuando cerraron la última noche de la XLI edición del Festival de Viña del Mar el año 2000. “Me acuerdo que salimos a tocar como a la 1:32 de la mañana y todo el mundo en Chile actuaba como si fuese plena tarde. Fue divertido”, recuerda.

Chile es un país que Rhodes recuerda con mucho afecto. “Cada vez que hemos estado en Chile, lo hemos pasado genial. Me encanta Sudamérica en general, pero Santiago es una ciudad fantástica. Siempre recuerdo los Andes justo ahí y eso es algo visual que ninguna otra ciudad tiene de esa manera. La gente siempre es amable y está dispuesta a disfrutar la música”.

Admira, incluso, detalles que el chileno promedio podría encontrar menos pintorescos. “Tengo sólo buenos recuerdos y siempre es agradable salir y ver las cosas de allí. Me fijo en cómo luce la ciudad. Hasta los grafitis son fabulosos”.

Para él, el amor por la música siempre ha sido una de las cualidades distintivas de América del Sur como continente.

“Siempre le digo a todo el mundo, y lo digo en serio: los mejores públicos no están en Norteamérica, no están en el Reino Unido, no están en Europa. Están en Sudamérica. Así que lo esperamos siempre que podemos. Ya han pasado varios años, pero volveríamos mañana mismo. Nos encantaría“.

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