La plataforma adquirió Warner Bros. Discovery por US$83 mil millones, una cifra sin precedentes. La operación abre dudas sobre regulaciones, la continuidad de HBO, el futuro del cine y el impacto en franquicias como Harry Potter, DC y El Señor de los Anillos.
Netflix sorprendió a la industria con la compra de Warner Bros. Discovery por US$83 mil millones, la mayor operación jamás vista en el mundo del entretenimiento. El acuerdo supera incluso la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft en 2023, que había marcado un récord con US$69 mil millones.
La movida ocurre después de meses en que Warner buscaba comprador debido a sus problemas financieros y a decisiones estratégicas que debilitaron la marca, incluyendo cambios de nombre y retrocesos en HBO Max. La empresa venía evaluando ofertas de Paramount y Netflix, hasta que finalmente se concretó la venta.
Netflix, líder mundial del streaming, pasa a controlar al tercer actor más grande del sector. Esta combinación despierta alertas por la posibilidad de una posición dominante sin precedentes. Distintas asociaciones de Hollywood, sindicatos de guionistas y directores e incluso figuras de la industria han pedido al Congreso de Estados Unidos intervenir para evitar una concentración excesiva.
Los reguladores podrían exigir compromisos, como ocurrió cuando Microsoft compró Activision Blizzard. En ese caso, se impusieron garantías para mantener ciertas franquicias multiplataforma. En este escenario, analistas prevén que Netflix enfrente presiones para mantener precios, respetar estrenos en cines o no eliminar marcas de forma inmediata.
¿Qué pasará con HBO?
Netflix anunció que, por ahora, mantendrá HBO como una oferta premium complementaria. Sin embargo, expertos coinciden en que la marca podría terminar fusionada dentro del ecosistema de Netflix en el mediano plazo.
Un eventual acuerdo con reguladores podría impedir subidas de precios inmediatas. La alternativa sería crear un plan superior que combine Netflix con el catálogo premium de HBO, lo que permitiría rentabilizar la compra sin modificar los precios base.
Impacto en los cines y el formato físico
La compra alimenta el temor sobre el futuro de los estrenos tradicionales. Netflix suele llevar pocas películas a salas de cine, principalmente para cumplir requisitos de premios como los Oscar. A largo plazo, diversos gremios de exhibidores anticipan un golpe fuerte al negocio, ya que Warner es uno de los últimos grandes estudios que estrenan de manera consistente en cines.
El formato físico también enfrenta un escenario complejo. Warner aún edita sus estrenos en Blu-ray y DVD, pero Netflix casi no lo hace. Con el tiempo, la distribución física podría desaparecer.
Las franquicias que cambian de manos
Con la compra, Netflix toma control de algunas de las licencias más valiosas del entretenimiento:
- DC: el reinicio liderado por James Gunn y Peter Safran deberá convivir con un nuevo dueño. El futuro de la relación con Netflix, que no ha sido cercana, queda abierto.
- Harry Potter: HBO preparaba una serie de ocho temporadas. Su estreno está planificado para 2026, pero no está claro si debutará en HBO o directamente en Netflix.
- Juego de Tronos: los spin-offs como House of the Dragon podrían mantenerse bajo la marca HBO en un paquete premium.
- El Señor de los Anillos: Warner prepara nuevas películas y podría buscar recuperar derechos televisivos que actualmente tiene Amazon.
- Adult Swim y Cartoon Network: franquicias como Rick and Morty y Looney Tunes pasarán a la órbita de Netflix.
- Videojuegos: estudios como Rocksteady, Avalanche y NetherRealm también quedan bajo control de Netflix. Queda por ver si se integran a la oferta de juegos móviles de la plataforma o si serán vendidos.
Un movimiento que puede desatar una reacción en cadena
Expertos advierten que la adquisición podría generar un “efecto dominó”. Empresas como Disney y Amazon podrían responder con nuevas compras para evitar quedar rezagadas frente al crecimiento acelerado de Netflix.
Analistas anticipan despidos masivos, ajustes de catálogos y un reordenamiento completo de la industria en los próximos años. Las consecuencias podrían sentirse tanto en el streaming como en el cine, la televisión tradicional, las licencias y el mercado de videojuegos.
La operación aún debe atravesar procesos regulatorios, pero el consenso en la industria es claro: la compra de Warner por parte de Netflix marca un punto de inflexión que reconfigura todo el mapa del entretenimiento global.