No hay duda que Chile avanza en disminuir la brecha de género, pero ésta es tan grande que esos avances poco se perciben al contrastarlos con lo que falta aún por recorrer. La vida de las mujeres de hoy es muy diferente a la que tuvieron sus madres o abuelas, pero hay aspectos en que las cosas siguen igual.
El Foro Económico Mundial (FEM) indica en su Informe Anual de Brecha Global de Género, que Chile está en el puesto 57 entre 153 países analizados. La brecha mide diferencias en educación, salud, economía y poder político.
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Para esto hay que “ajustar la formación de las y los docentes, ajustar los currículos formativos, los textos escolares. Se requiere de una transformación muy relevante para que niños y niñas se desarrollen del mismo modo”, explica Paula Poblete, directora de estudios de Comunidad Mujer.
El informe deja a Chile en muy mal pie en términos de igualdad salarial donde aparece como una de las peores economías en ese ámbito, nos sitúa en el puesto 111.
De hecho, somos el quinto país con la mayor brecha salarial entre los que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE. En Chile hay factores culturales muy arraigados que dificultan la implementación de los cambios necesarios.
Poblete explica que “siempre que hablemos del mundo laboral, tenemos que necesariamente hablar del espacio doméstico, o sea, los hombres pueden desarrollarse en el espacio laboral porque en general tienen una mujer que se hace cargo de todo lo que refiere a la vida íntima, se hace cargo de sus hijos, se hace cargo de su casa, de su alimentación”.
Lo más grave es que esta situación no cambia mucho cuando la mujer se integra al mundo del trabajo, la directora de estudios de Comunidad Mujer agrega que “el capítulo que protege los derechos asociados con la posibilidad de ser trabajador y además madre y padre, básicamente lo que consagra es que los que tienen que preocuparse de la familia son las mujeres trabajadoras, en Chile, los padres no tienen ningún derecho a cuidar”.
Esto se traduce en que las mujeres que trabajan destinan más de 6 horas diarias a las labores no remuneradas asociadas a la casa mientras que los hombres solo disponen de 2, 7 horas al día.
Los avances que destacan en Chile son la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género en 2015, la despenalización del aborto en tres causales en 2017, la promulgación de la ley que reconoce y da protección a la identidad de género en 2018 y la norma que sanciona el acoso sexual en espacios públicos, entre otras.
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