(CNN) – Emma Watson probablemente no esperaba estar en el centro del último discurso viral sobre vestidos cuando publicó una foto en Instagram de sí misma con un traje azul cielo de Loewe este lunes.
Gracias al vestido, muchos usuarios parecían tan confundidos por la silueta que desafía la gravedad como lo estaban por el infame traje blanco y dorado (o negro y azul) de hace ocho años.
En la imagen, el minivestido asimétrico parece flotar sobre el cuerpo de Watson, con su escote, a la vez afilado y suelto, flotando sin ningún medio visible de sujeción. Por lo demás, Watson posa junto a su hermano Alex, que sujeta una botella de ginebra Renais, una marca de licores lanzada recientemente por su familia.
La ilusión óptica llevó a algunos fans de Harry Potter a preguntar a Watson, que interpretó a Hermione Granger en las taquilleras películas, si la prenda era fruto de la magia de Hogwarts y no sólo de la moda. “Ese vestido decía wingardium leviosa“, decía la respuesta más leída al post de Watson, en referencia a un hechizo de levitación utilizado en los libros y las películas. Otros comentarios menos amables comparaban la pieza con un paraguas roto, o con lo que ocurre “cuando intentas doblar una sábana ajustable”.
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Pero la magia del vestido reside en su astuta construcción. Loewe, la marca española dirigida actualmente por el diseñador de moda Jonathan Anderson, ha experimentado con los vestidos ilusión con gran éxito en las últimas temporadas, desde siluetas radicales que cambian según el ángulo desde el que se las observa hasta imágenes en trompe-l’œil que pueden provocar dobles miradas. El minivestido de Watson procede de su colección Primavera-Verano 2023, que jugaba con la estructura y la forma, e incluía varios vestidos con escotes similares.
Desde entonces, las piezas dramáticas de la colección se han visto en Zendaya, Emily Ratajkowski y Dakota Fanning, quienes lucieron looks con sugerentes flores de anturio, mientras que Gal Gadot optó por un vestido midi negro más sutil para un reciente evento de Tiffany & Co. en Nueva York.
Beyoncé dio el pistoletazo de salida a su gira Renaissance con un body personalizado de Loewe con un motivo de guantes negros y uñas rojas que imitaban los brazos de la propia superestrella, mientras que Karlie Kloss anunció su embarazo en la alfombra roja de la Gala del Met con un vestido ilusión de perlas ceñido al cuerpo de la marca y, la semana pasada, Jennifer Lawrence desfiló por la alfombra roja de Madrid para su nueva película, No Hard Feelings, con un vestido nude de Loewe con escote corazón flotante.
Loewe no es la única firma que ha engañado a la vista con vestidos de formas surrealistas esta temporada: al presentar su última colección de Alta Costura en enero, Viktor & Rolf desafió a las leyes de la física con vestidos de gala al revés y de lado, construidos sobre y alrededor de las modelos que los lucían. En Cannes, la modelo Elsa Hosk desfiló por la alfombra roja con uno de los looks más sutiles (y espacialmente más sencillos), que presentaba un segundo corpiño aparentemente desalineado de su cuerpo.
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