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Soy nutricionista y estos son los siete mejores alimentos que brindan mucha Vitamina D

La baja del ánimo, el desagrado o incluso depresión estacional, son algunas de las consecuencias de la falta del Sol y la Vitamina D que el astro brinda. 

La llegada del invierno, y la reducción significativa de la luz del Sol, afecta considerablemente a muchas personas en todo el mundo.

La baja del ánimo, el desagrado o incluso depresión estacional, son algunas de las consecuencias de la falta del Sol y la Vitamina D que el astro brinda.

Este fenómeno, que afecta el bienestar emocional y físico, puede combatirse eficazmente a través de una alimentación estratégica, según revela la nutricionista Ana Paula Guerrero, cofundadora del centro Vilbofit.

Es así como la experta revela los siete alimentos que más Vitamina D otorgan.

Los siete alimentos que más vitamina D tienen

  1. Pescados (salmón, jurel, sardinas): ricos en omega-3 y vitamina D, apoyan la función cerebral y reducen la inflamación.

  2. Huevos: fuente excepcional de vitamina D, colina y triptófano, esenciales para la síntesis de serotonina.

  3. Legumbres (lentejas, garbanzos): aportan hierro, magnesio y folato, fundamentales para el equilibrio neurológico.

  4. Plátano y avena: ricos en triptófano y carbohidratos complejos, mejoran el ánimo de forma sostenida.

  5. Verduras de hoja verde (espinaca, kale): ricas en folatos y magnesio, contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso.

  6. Frutos secos (nueces, almendras): aportan grasas saludables, zinc y magnesio que favorecen la salud cerebral.

  7. Chocolate amargo (+70% cacao): contiene antioxidantes y compuestos que estimulan la liberación de endorfinas.

La vitamina D interviene directamente en la regulación de neurotransmisores como la serotonina. Su deficiencia en invierno se ha relacionado con un mayor riesgo de depresión estacional”, advierte Guerrero.

Además, la nutricionista explica que “los efectos iniciales pueden notarse a los 7-10 días, especialmente en energía y mejor regulación emocional. Cambios más duraderos, como estabilización del ánimo y mejora del sueño, suelen percibirse tras 4 a 6 semanas de mantener una alimentación balanceada y constante”.