Revisa en la siguiente galería "El Beso" y otras nueve obras que evocan romanticismo, en este Día de San Valentín.
(CNN) – Ya sean parejas unidas en un tierno abrazo o naturalezas muertas con cualidades sensuales, a lo largo de la historia, los artistas han utilizado el lienzo y el óleo para capturar la belleza y la pasión del amor.
Si bien las mejores de estas obras maestras de colores intensos pueden despertar sentimientos de romance en cualquier época del año, el Día de San Valentín es un momento adecuado para volver a visitarlas.
Tomemos como ejemplo “El beso” de Gustav Klimt. Una obra maestra indiscutible del “Período Dorado” austríaco, la pintura es a la vez erótica y tierna. Klimt se inspiró en el estilo de los mosaicos japoneses y en el atractivo universal del amor romántico.
“’El beso’ personifica sentimientos sentimentales de ternura y amor, y habla a todas las generaciones de personas”, explicó el curador Franz Smola, curador del museo Upper Belvedere en Viena, cuando la galería conmemoró el centenario de la muerte de Klimt en 2018.
La pintura muestra la característica hoja de oro del artista con un efecto deslumbrante. Verla en persona en The Belvedere puede ser una experiencia emotiva. Es una obra sustancial, mucho más imponente de lo que los visitantes podrían anticipar, ya que mide poco menos de seis pies por seis pies. Pero incluso una vista en línea puede cautivarlo.
Mira a continuación la galería donde está “El beso” y otras nueve pinturas románticas de la historia del arte.
“El beso” de Gustav Klimt (1908) “El beso” se destaca por el uso intenso de láminas de oro. Fue realizada en el apogeo del llamado “Período Dorado” de Klimt y es una de las pinturas más famosas del mundo.
“El nacimiento de Venus” de Sandro Botticelli (1484-86) Botticelli recibió el encargo de la famosa familia Medici para realizar esta obra. En ella se representa a la diosa del amor como un modelo idealizado de perfección y pureza, de pie sobre una concha de vieira gigante.
“Chez le Père Lathuille” de Édouard Manet (1879) Esta escena sobria y cotidiana muestra una expresión más modesta del deseo. Pero la pasión de la pareja es evidente en sus miradas profundas y en la posición de sus cuerpos. El modelo del joven era el hijo del dueño del café y la joven había sido modelada por dos personas diferentes.
“En la cama: El beso” de Henri de Toulouse-Lautrec (1892) Esta pintura postimpresionista de Toulouse-Lautrec captura un momento de pasión pura entre dos mujeres. Es una de las varias imágenes que pintó de intimidad entre personas del mismo sexo, mientras documentaba la vida de las trabajadoras de los burdeles parisinos. Es un cambio interesante y discreto con respecto a sus carteles comerciales del Moulin Rouge, que elevaron la publicidad a la categoría de arte.
“Flaming June” de Sir Frederic Leighton (1895) Esta obra es considerada generalmente como la obra maestra de Leighton. Muestra su formación clásica y está cargada de imágenes eróticas griegas. Aunque la mujer duerme sola, los colores intensos y el vestido vaporoso crean un tono romántico.
“Rosas desechadas” de Pierre-Auguste Renoir (1875) Renoir era conocido por su enfoque en las representaciones de la belleza femenina, y esto se ve claramente en esta sensual pintura de naturaleza muerta. Renoir pintó rosas en muchas de sus obras, utilizando pinceladas cuidadosas para capturar la variación en el color de sus pétalos.
“El Gran Canal de Venecia (Venecia Azul)” de Édouard Manet (1875) Venecia es una de las ciudades más románticas del mundo. En cautivadores tonos de azul, la pintura de Manet captura la sensación de ensueño de flotar por un canal en una de las famosas góndolas de la ciudad.
“Paseo cerca de Argenteuil” de Claude Monet (1873) Este cuadro de Monet transmite inocencia y añoranza. Notablemente carente de pasión o erotismo, evoca nostalgia por días de modestia y seguridad.
“El pescador y la sirena” de Frederic Leighton (1856-58) Esta es la segunda obra del pintor inglés que aparece en esta lista. No hace falta ser crítico de arte para ver el fuego y la pasión que inspiran esta pintura mitológica. Aunque el deseo puede durar poco: se decía que las míticas sirenas atraían a los marineros hacia la muerte.
“Cupido y Psique niños” de William-Adolphe Bouguereau (1890) Conocida coloquialmente como “El primer beso”, esta pintura representa a Cupido, el dios griego del amor y el afecto, con Psique, la diosa del alma. La pintura, de William-Adolphe Bouguereau, es una alegoría del amor triunfante sobre los obstáculos.
Jake Wallis Simons, Chris Dwyer y Forrest Brown contribuyeron al artículo y a la galería de imágenes.
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