Por Leonardo Paredes Zapata
ARCHIVO: AGENCIA UNO

Con la llegada del verano, una de las principales preocupaciones para los dueños de mascotas es garantizar la salud de sus acompañantes animales. Esto, debido a que los perros y gatos sufren aún más las altas temperaturas al no tener la posibilidad de autorregularse transpirando.

Es por esto que las alertas ante un posible golpe de calor deben mantenerse encendidas para evitar malestares mayores.

El académico de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Católica, Pablo Lillo, explicó a CNN Tiempo que los perros y gatos regulan su temperatura interna mediante el jadeo, por lo que la persistencia de este síntoma, incluso en reposo, puede ser señal de un golpe de calor.

Esto se entiende como un riesgo para la salud de las mascotas ante la posibilidad de derivar en sintomatología más grave como diarreas con sangre, vómitos, desmayos, alteraciones del color de los labios o pérdida de la conciencia.

Lo anterior ocurre a partir de los 40 °C de temperatura interna y, en algunos casos, puede llevar a la muerte.

Archivo: Agencia UNO

¿Qué hacer?

Entre las medidas de auxilio frente a esta situación, la primera recomendación de Lillo es dar paso a la hidratación con agua templada para evitar el choque brusco de temperatura.

Posteriormente, se debe ventilar, llevar a la sombra y buscar bajar los grados internos paulatinamente, además de acudir a un veterinario de ser posible.

Lillo recalca que lo descrito ha sido visible en casos de animales encerrados al interior de automóviles, por lo que hace un llamado a evitar estos casos propios del verano.

Para los cuidados cotidianos, se recomienda tener a disposición de las mascotas agua fresca, pues suelen ser reacios a la templada.

Al momento de sacarlos a pasear, evitar las horas de mayor calor, la exposición prolongada al sol y la temperatura del suelo por la que transitan las almohadillas del animal.

En caso de ser de su gusto, se recomienda jugar con agua para mojar ocasionalmente con atención al lomo y la cabeza, pues al evaporarse se cumple la función de transpirar.

Además, se debe adaptar el pelaje de las mascotas con un corte apropiado para las altas temperaturas. Esto les ayudará a soportar el calor, pero siempre teniendo cuidado con la longitud mínima para evitar quemaduras en la piel del animal.

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