“Imagínate estar postulando al trabajo de tus sueños, con la renta y jefe que siempre quisiste, pero a pesar de tus capacidades no lograste quedar. Existe la posibilidad de que los reclutadores te hayan apartado del proceso por una simple razón: encontraron unas fotos que nunca borraste de una fiesta a la que asististe hace dos años y que no concuerdan con el perfil del cargo o la empresa a la que estás postulando”, comenta Uri Martinich, CEO de Agencia ROI.

Una problemática que será abordada a continuación por el profesional y que plantea de qué forma se puede solucionar, de modo que este caso hipotético mencionado no te ocurra a futuro y en otro escenario de la vida.

¿Cómo afecta tener publicaciones “poco decorosas” a la hora de buscar trabajo?

“El 70 % de las empresas ha rechazado postulantes por lo que han encontrado en redes sociales y, mientras más alto el perfil del cargo, más probabilidades existen de que el headhunter, e incluso una empresa dedicada a investigar digitalmente a los candidatos, realicen una investigación profunda en Google”, señala el experto en reputación online.

En un mundo tan digitalizado como el que vivimos, situaciones así pueden darse perfectamente. Y es que las redes sociales más utilizadas, como Facebook e Instagram, tienen como objetivo principal compartir todo tipo de registros de la vida diaria, opiniones, memes, ubicaciones, entre otra información, las que no sabemos cómo pueden afectar nuestra reputación en Internet.

Sin embargo, problemas detallados como los antes indicados por el especialista, pueden evitarse recurriendo a una simple técnica: la limpieza digital.

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¿Qué significa limpieza digital?

Este concepto, relativamente nuevo, hace referencia a la práctica de realizar un orden y limpieza de todos nuestros datos digitales disponibles. El objetivo de esta práctica es evitar que caigan en las manos ─u ojos─ equivocados.

En el caso de los datos que se encuentran almacenados en nuestros dispositivos móviles o computadores, la llegada de intrusos es un tanto más compleja, a menos que un hacker con mucho tiempo disponible pueda intervenir nuestros equipos.

Por otro lado, en el caso de los datos publicados en la web el asunto puede cambiar. Ocasionalmente los datos que se muestran en la red están ahí por voluntad propia, datos que pudimos haber subido hace más de 10 años y que hoy no cumplen la tarea de representar nuestra imagen.

La reputación online en el ámbito laboral

Todos cambiamos tanto a nivel personal como profesional. Es por esto que la foto que subiste a Facebook el 2008 con el corte de pelo de moda, quizás no sea la apropiada para las oportunidades que persigues hoy. A veces basta un sólo mal día para expresarte por Twitter sin saber que el comentario que posteaste se haría viral y significaría graves problemas para ti“, indica Uri Martinich.

¿Por qué una foto de hace 10 años puede afectar a la imagen pública si ya no pienso lo mismo? ¿Por qué razón debería afectar eso a mi trabajo?

“Éste es un tema sobre el que se han escrito muchos artículos e incluso charlas TED. En general, Internet es un lugar muy hostil, donde la gente se siente protegida para linchar a alguien que cometió un error o simplemente opina distinto. El problema es que todos tenemos derecho a equivocarnos y cambiar, pero hoy que las cosas ‘quedan para siempre en la web’, nuestra reputación en internet queda manchada y eso nos puede perseguir por años”.

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Algo así le pasó a James Gunn en 2018, director de cine que fue despedido por Disney tras haberse descubierto unos tweets que había publicado hace 10 años atrás. En esos posteos realizó bromas inapropiadas acerca de temáticas sensibles de abordar como la pedofilia, el holocausto, el SIDA y violaciones.

Sin embargo, tras haber pedido disculpas, fue restituido tiempo después agregando en un tweet: “Soy muy, muy diferente de lo que era hace unos años”.

Casos como los de este cineasta pueden repetirse en la vida de personas comunes y corrientes, recalcando que la huella que dejamos en Internet es relevante en el ámbito laboral, pero que la gran mayoría puede ser borrada por nosotros mismos.

También repercute en el ámbito social

No obstante, tener una buena reputación online no sólo tiene consecuencias a nivel laboral. Publicaciones que hicimos en el pasado o incluso artículos de prensa en donde fuimos mencionados, tienen repercusión en otros aspectos de la vida.

A nivel social, procesos tan típicos como encontrar un colegio para los hijos, pedir un crédito en el banco, ser candidato a cargos públicos o comprar una casa, pueden verse mermados por una mala imagen en las redes.

Es por esto que un ejercicio a considerar es tomarse el tiempo de revisar detalladamente cuáles son nuestras redes sociales activas, qué contenidos hemos compartido, cuánta información de nuestra vida personal hemos publicado, en qué estamos etiquetados o en qué publicación mediática aparecemos. Esto con el objetivo de borrar los contenidos que no nos representan actualmente o que vayan en contra de los ideales morales actuales.

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“Hasta cierto punto, somos dueños de nuestra reputación online y tenemos la libertad de publicar lo que queramos. Sin embargo, no debemos olvidar que el Internet es como un diario de vida sin fecha de vencimiento. No importa cuántas veces quieras cerrar tus redes o cambiar tu usuario, lo que subiste prevalecerá. Es de gran consideración meditar qué cosas queremos que la gente sepa de nosotros mientras se mantenga bajo nuestro control. Nuestro principal trabajo como agencia de reputación online es borrar de internet noticias negativas y contenidos difamatorios. Pero siempre le decimos al cliente que lo primero es limpiar aquello sobre lo que tenemos control”, finaliza Uri Martinich.

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