
En invierno, la alimentación suele ser muy diferente a la del verano: mientras en los días calurosos predominan los alimentos fríos, en la temporada invernal el cuerpo tiende a necesitar comidas más calóricas.
Con la llegada del invierno, es común que el cuerpo demande alimentos más calóricos, lo que puede llevar, sin darnos cuenta, a descuidar una alimentación equilibrada. Sin embargo, es posible mantenerse saludable incluso en los días más fríos.
El académico de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, Javier Maruri Vargas, señaló que uno de los aspectos clave en esta época es la hidratación. Aunque en invierno la sensación de sed disminuye, el cuerpo sigue necesitando líquidos. Una buena alternativa es reemplazar el consumo de agua fría por infusiones calientes, que no solo hidratan, sino que también contribuyen a elevar la temperatura corporal de forma reconfortante.
Maruri también destaca el valor de las sopas caseras, ideales para esta temporada. Preparadas con ingredientes frescos y naturales, son una excelente fuente de nutrientes, y a diferencia de las versiones procesadas, evitan el exceso de grasas saturadas y sodio. Estos platos no solo aportan calor, sino también saciedad y bienestar.
Asimismo, las legumbres se presentan como una opción muy recomendable para los días fríos. Ricas en proteínas, fibra y energía, son perfectas para preparar guisos o estofados que ayudan a mantener el calor corporal y prolongan la sensación de saciedad, evitando así recurrir a alimentos poco saludables.
En cuanto al consumo de verduras, que suele disminuir en invierno, el especialista sugiere incorporarlas en preparaciones calientes que resulten atractivas y reconfortantes. Platos como tortillas de verduras, budines al horno o salteados acompañados de guarniciones tibias son opciones sabrosas que permiten mantener una buena ingesta de vegetales durante la estación fría.