{"multiple":false,"video":{"key":"bQkBEq","duration":"00:00:00","type":"video","download":""}}

La infancia es una de las etapas más importantes en la vida de una persona, ya que es durante esos años que se forjan aspectos fundamentales de la personalidad y se sientan las bases para el desarrollo emocional y cognitivo.

Por esta razón, es que la salud mental en la adultez está estrechamente ligada a lo que se vive durante la infancia. Diversos estudios han sugerido que una buena calidad de vida emocional durante la niñez puede prevenir o mitigar problemas en la edad adulta.

En entrevista con Sana Mente, Carina Castro, neuropsicóloga pediátrica, sostuvo que, en muchas ocasiones, los padres “criamos de una forma, tal vez, muy automática o como nos criaron a nosotros y debemos tomar la ciencia de los últimos tiempos para criar de forma más consciente“.

Pilares fundamentales

La especialista sostuvo que “los cimientos de la salud mental se construyen en la infancia. En este sentido, hay seis pilares cruciales que tenemos que atender desde temprana edad porque tienen una conexión directa con nuestro cerebro y con nuestra salud mental”.

Uno de estos pilares es el buen dormir. “Debemos comprender que cuando dormimos limpiamos toxinas y es super importante limpiar toxinas para un cerebro sano. En otras palabras, tenemos que atender la cantidad y calidad del sueño”.

Otro pilar es “atender la microbiota intestinal. Esto quiere decir atender lo que los niños comen y cómo está esta alimentación, ya que eso impacta en su atención, su memoria, sus pensamientos, sentimientos y acciones”.

Un tercer aspecto crítico es la gestión de las pantallas. “La luz azul que emiten los dispositivos causa un impacto en nuestro cerebro, en nuestro reloj biológico y en nuestro ritmo circadiano. Comprender eso nos permite gestionar de una forma distinta las pantallas, y no solo gestionar, sino que educar también”.

El cuarto pilar tiene que ver con la oxigenación. Estamos hablando de niños que, más allá del sedentarismo y de que se muevan, sean activos, necesitamos que los niños y niñas respiren por la nariz”, añadió la especialista.

Por otra parte, Castro recalcó la importancia de jugar, debido a que “es una necesidad biológica que permite que los niños gestionen emociones, que regulen situaciones internas que tal vez no pueden verbalizar, pero, al mismo tiempo, le permite tener una homeostasis a nivel de su cerebro y su cuerpo. Entonces, debemos buscar de manera consciente espacios de juegos”.

Tags:

Deja tu comentario