La creciente crisis de salud mental que afecta al mundo tiene a instituciones globales como la OMS bastante preocupadas. Nuestro país no es la excepción, y ya se han estado tomando diferentes medidas para mejorar la salud mental de las chilenas y chilenos.
De esto y otras aristas es que Sana Mente conversó con Andrea Albagli, subsecretaria de Salud Pública, quien partió comentando que ella y su equipo están “trabajando para presentar un proyecto de ley de salud mental a fines de octubre”.
Por otra parte, la experta aseguró que, de las iniciativas de Salud Pública mejor evaluadas para la mitigación de las enfermedades mentales es la Línea de Prevención del Suicidio. “Una de las cosas que más se valoran de la Línea de Prevención del Suicidio es la facilidad para acceder, a través de una llamada telefónica es algo práctico. Lo otro es la confidencialidad que entrega una llamada. Sabemos que se requieren más cosas, pero es un apoyo concreto que podemos entregar”, aseveró.
Un diagnóstico de la salud mental en Chile
Sin embargo, y a pesar de que el centro de ayuda telefónico puede servir como un soporte confidencial para los pacientes con problemas de salud mental, preocupa su alta demanda. “Hasta la fecha se han recibido 34.700 llamadas de personas, es un promedio de 3.800 llamadas al mes. Revisamos dos indicadores, el primero es el porcentaje de llamadas que son atendidas, ese porcentaje ha ido aumentando, hoy estamos cerca del 88%. Lo segundo, es cuánto tiempo se demora en que alguien esté disponible para recibir el llamado. El 97% de esas llamadas esperan menos de un minuto”, afirmó al respecto la subsecretaria de Salud Pública.
Dentro de esa línea, Albagli aseguró que han estado trabajando en diferentes mesas para descubrir cómo mejorar la salud mental de las y los chilenos. “Hemos trabajado en los diálogos ciudadanos en todo Chile en las 16 regiones con cuatro preguntas. La primera es cómo mejorar la salud mental de las personas en espacios fuera del sector salud, y lo que ha surgido es que hay un consenso transversal en que la salud mental requiere de muchos actores de la sociedad. Entonces en paralelo hemos estado trabajando con otros ministerios para ver qué puede hacer el Estado en su conjunto por las personas”.
Por otra parte, la subsecretaria de Salud Pública afirmó que Ley de Salud Mental buscará “aproximarse al financiamiento sostenido que permita que la red comunitaria de salud mental crezca de manera progresiva (…) para que el Estado pueda ofrecer más servicios y así las personas puedan vivir mejor”.
Finalmente, Albagli cerró afirmando que “la inversión de salud mental depende año a año y es difícil hacer una proyección tan certera porque las necesidades van cambiando y a veces son inesperadas (…) pero el compromiso del gobierno es ir acercándose al 6% recomendado por la OMS“.
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