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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encuentra en su segunda visita al Reino Unido, país al que llegó en medio de una serie de dichos y tuits controversiales que tienen a los ciudadanos londinenses protestando en su contra.

El mandatario estadounidense fue recibido junto a su esposa Melania Trump en el Palacio de Buckingham. Ahí la reina les mostró sus colecciones de arte y los regalos históricos que ha recibido de otros jefes de Estado. Durante la tarde tomaron té con el príncipe Carlos y su esposa Camila.

Durante la noche se realiza una cena de Estado de la que algunos parlamentarios han preferido no hacerse partícipes, como el líder de la oposición Jeremy Corbyn.

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Una de las críticas más duras llegó por parte de la directora de Amnistía Internacional Reino Unido, Kate Allen, quien dijo que “este es un presidente que tiene un precedente chocante sobre derechos humanos. Hemos visto a los niños arrancados de los brazos de sus padres en la frontera con México, hemos visto las prohibiciones discriminadoras y el fin de la llegada de refugiados a EE.UU., hemos visto cómo se ha retirado de la maquinaria de la ONU para avanzar en DD.HH. en el mundo. Queremos que el gobierno británico le exprese estos temas”.

Otro que se lanzó contra él y que de hecho participará este martes en las protestas, fue el alcalde de Londres, Sadiq Khan. “No deberíamos extenderle una alfombra roja, no debería haber una visita de Estado, lo digo porque pienso que nuestros más cercanos aliados deberían ser nuestros mejores amigos, y hay tantas cosas sobre el presidente Donald Trump que son la antítesis de nuestros valores en Londres y en nuestro país“, sentenció.

Los tuits de Trump

Justamente contra el alcalde de Londres dirigió Trump uno de sus más duros tuits, en el que lo trató de “desagradable”, perdedor, tonto e incompetente.

Paralelamente, ha entregado su apoyo a uno de los líderes más duros en su postulación a primer ministro: Boris Johnson, quien está por un Brexit duro, posición contraria a la del gobierno actual.

A la vez, otra de sus grandes polémicas estalló cuando llamó a Meghan Markle desagradable “nasty” por haber apoyado a Hillary Clinton durante las elecciones presidenciales y haber dicho que si ganaba Trump se iría a vivir a Canadá.

Sin embargo, Trump desmintió a la prensa y dijo que nunca habló mal de ella.

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