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Paulina Vodanovic siempre quiso ser abogada, tal como su madre, María Rojas, como su padre, Hernán Vodanovic, y sus abuelos por ambas ramas familiares.

Durante la dictadura, su padre organizaba al Partido Socialista en la clandestinidad, mientras la familia vivía en un departamento de la Villa Frei de Ñuñoa y Paulina cursaba sus primeros años en la Alianza Francesa.

“La vida de nosotros siempre transcurrió con la política. (…) La primera vez que vi entonar la Marsellesa Socialista fue en dictadura en una reunión clandestina de la que luego salimos y nos iban siguiendo”, cuenta la presidenta del PS a CNN Íntimo.

Tras la llegada de su hermano, sus padres se separaron, pero pudieron reconstruir sus vidas con nuevas parejas, y en un modo poco común, lograron integrarse entre todos. Desde hace mucho, Paulina y sus seis hermanos, padres y padrastros pasan juntos las fechas especiales.

Su propia familia la formó hace 25 años con Iván, su primer pololo, un apoyo clave para que sus hijos Antonia y Arturo no resientan el vuelco que dio la vida pública de su madre. “Hemos establecido un buen sistema donde ambos hemos estado muy presentes“, afirma.

Matrimonio de Paulina Vodanovic.

Una cara visible

Hasta hace un año, Paulina Vodanovic no era un rostro conocido en el mundo socialista. Pese a la importancia que había tenido su padre, ella era una militante del comunal Ñuñoa que tuvo el arrojo de presentarse a las elecciones del partido, competir con Alfonso de Urresti y Camilo Escalona, y ganar.

Vendió un auto y recorrió el país buscando los votos que le dieron la primera mayoría nacional en junio del año 2022, fecha en la que se convirtió oficialmente en la segunda mujer, después de Isabel Allende, en presidir el Partido Socialista en sus 90 años de historia.

—¿Cuánto ha cambiado su vida desde que asumió la presidencia?
—Soy bien intensa en la vida en general y siempre he trabajado de la misma manera. (…) Siempre he trabajado mucho y me gusta mucho lo que hago. Como abogada, soy muy apasionada por la defensa de mis clientes, y hoy día, en el partido, soy muy entregada a este trabajo.

—Entonces no ha cambiado tanto la vida cotidiana.
—Lo que ha cambiado es la exposición pública porque cuando salgo a la calle a veces la gente me detiene, me dice cosas, generalmente muy amables todos, pero el ritmo de trabajo mío siempre ha sido bastante intenso, mi familia está acostumbrada a eso.

—Usted conquistó a la militancia y logró convertirse en presidenta del partido ¿Cómo es para una mujer llegar a dirigir el PS?
—Lamentablemente, no ha cambiado tanto (la situación de las mujeres en la colectividad) porque cuando quise ir de candidata ahora para la interna de nuestro partido, se hizo una reunión de hombres por Zoom para ver si podía ir de candidata y hasta último minuto no entraba en la lista.

En esta línea, recalcó que “no ha cambiado tanto, pese a que este es un partido que fue el primero en Chile que se declaró feminista, que tiene paridad en la mesa (…). Hay cambios, sí, pero creo que también nos falta bastante. Tenemos una Vicepresidencia de la Mujer muy activa, pero mientras el tema siga siendo un problema de mujeres y no de la sociedad, seguimos teniendo que luchar con ahínco esos espacios”.

—¿Cuál ha sido el rol que le ha tocado jugar para poder asimilar las dos almas que viven en el Gobierno: Socialismo Democrático (SD) y Apruebo Dignidad (AD)?
—Somos diferentes partidos de distintas orientaciones, pero todos estamos en el Gobierno y hoy, cuando se necesita la unidad para apoyar las medidas que el Gobierno propone (…), nosotros no podemos estar en discusiones pequeñas, más allá de nuestras diferencias. Las diferencias se arreglan puertas adentro.

Vodanovic sostiene que cuando los partidos se desgastan en “pequeñeces”, es la ciudadanía “la que se ve afectada y cuando la derecha le pega al Gobierno no le está pegando solo a ellos, le está pegando a los chilenos y chilenas. Por eso, el rol que estamos jugando hoy y la forma en que yo abordo esto es la del diálogo y del encuentro. Yo sé que a veces soy muy dura y pesada, pero eso es puertas adentro“.

—En la última elección la derecha obtuvo mayoría de votos, ¿cómo se ve eso?
—Nosotros hemos perdido mayoría social y eso es un golpe duro (…). Hemos perdido mayorías precisamente en las clases populares, que es donde tuvimos la fortaleza histórica los partidos de izquierda. Por lo tanto, para nosotros, como PS, ya hay una preocupación bien importante.

—¿Cómo va la curva de aprendizaje de los partidos que vienen entrando con el presidente?
—Han ido aprendiendo bastante rápido lo que significa estar en el Gobierno y entendido que es distinto cuando uno es oposición o está solo en el parlamento a estar a cargo de todas las decisiones y que esas decisiones no pasan solo por la voluntad, pasan por la realidad, por las mayorías que uno pueda tener y por tener los recursos.

—¿Qué es hoy el Socialismo Democrático?
—A nivel político tengo muy buenas relaciones con el Partido Radical, el Partido Liberal y el Partido Por la Democracia (PPD) (…), pero creo que hoy no se necesita esa discusión porque nosotros no operamos como dos coaliciones, no tenemos un trabajo político desde SD o un trabajo político desde AD, el trabajo es conjunto y transversal, aunque puede que no sea tan organizado como quisiéramos.

Paulina Vodanovic junto con los y las militantes del Partido Socialista.

50 años del golpe de Estado

Por otra parte, la presidenta del PS y actual senadora por la región del Maule, reflexiona sobre la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado. “Cuando se justifica el golpe, o se pretende justificarlo, también se justifican los 17 años de terror y de muertos (…). Todavía el país tiene una herida muy grande en esto”.

“Yo quisiera que en estos 50 años nos centráramos en valorizar la democracia, sobre todo cuando en las encuestas vemos que hay una poca valoración de la ciudadanía. (…) Los derechos humanos no son de la izquierda, son de Chile, de los chilenos y chilenas y, por lo tanto, el respeto a ellos tiene que ser transversal“, añade.

Según Vodanovic, debe haber una condena transversal “al terrorismo de Estado de los 17 años de dictadura, no como manifestó la presidenta del Consejo Constitucional (Beatriz Hevia), quien dijo que ella era muy pequeña y que no se acordaba porque también ninguno de nosotros vivió el Holocausto nazi y no por eso podemos decir que no lo conocimos y que no la condenamos“.

“Recuperar la democracia costó, no es algo que solo ocurrió. Muchas veces dice la gente ‘cuando llegó la democracia’, pero la democracia a Chile no llegó, la democracia se peleó y hubo muertos para que tuviéramos democracia. Entonces, cuando hoy no defendemos el valor de la democracia ni los derechos humanos, eso para mí es el mayor riesgo y peligro contra lo que nosotros tenemos que luchar”, cerró.

Paulina Vodanovic en las afueras de la sede del Partido Socialista, ubicada en santiago centro.

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