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Es la mayor de 7 hermanos, 6 mujeres y un hombre… Y a diferencia de lo que ocurría en muchas familias tradicionales como la suya, en su casa siempre le escuchó decir a su padre, el arquitecto Hernán Mönckeberg, que antes de casarse había que tener una profesión.

Para María Olivia estaba claro y al salir de las monjas francesas en 1962, se matriculó en Periodismo de la Universidad Católica. Tal como en el colegio, se destacó desde el primer día, pero al cumplir los 20 decidió casarse y dejó la carrera. En los siguientes 4 años ya era mamá de 3 niños, pero la efervescencia intelectual de la época la hizo volver al periodismo.

Nunca más paró y con 5 hijos supo arreglárselas para ejercer en plena dictadura. De la revista Debate Universitario pasó a Ercilla, donde tímidamente comenzaban a publicar críticas a las políticas económicas del régimen. Duró poco porque el grupo económico Cruzat compró el semanario y prácticamente todo el equipo se fue para crear la revista Hoy. Terminaban los ’70 y María Olivia comenzaba a investigar cómo nacían las grandes fortunas al alero de las privatizaciones y de la implementación del nuevo modelo económico. Las amenazas no tardaron en llegar, pero tampoco detuvieron su trabajo.

A fines de los ’90, María Olivia dejó los medios, fue cuando comenzó la etapa más reconocida de su carrera a través de la investigación. El 2001 publicó El saqueo de los grupos económicos al Estado de Chile. Siguió con el Opus Dei, La Privatización de las Universidades, Los Magnates de la Prensa, Karadima… entre los principales. Títulos que llegaron como complemento de una carrera que el 2009 fue reconocida con el Premio Nacional de Periodismo.

La relación entre la religión y la política

En este pasaje, María Olivia Mönckeberg conversó sobre la reactualización de su libro El Imperio del Opus Dei en Chile. En conversación con Matilde Burgos, la periodista y ensayista abordó la figura de Luis Silva en el proceso constituyente.

—¿Por qué decidiste hacer esta reactualización?
A mí me pasó que en mayo, cuando fueron las elecciones para el Consejo Constitucional, supe poco antes que uno de los candidatos era un numerario del Opus Dei. Y la verdad me provocó bastante sorpresa. Y después ese numerario que es Luis Alejandro Silva Irarrázaval resulta elegido con la primera mayoría en la Región Metropolitana con la primera mayoría nacional.

“Sabemos que es dirigente del Partido Republicano, entonces, justamente por esos días, al saberse incluso de que esta persona era Opus Dei, me comentaron en la editorial que el libro estaba siendo muy solicitado en las librerías y les quedaban pocos. Entonces surgió la idea de actualizarlo y hacer una edición más chica”, comentó.

—¿Por qué algo que es la religión, que pertenece a la vida privada, tú consideraste que era de interés público?
Yo creo que esto de la vida privada, de la religión, más bien no lo creo a estas alturas. Yo creo que la gente que es tan religiosa de cualquier religión, proyecta eso también en lo político. Pienso que no es algo que se le haya tomado el peso en Chile, como debería tomarse, desde el punto de vista de los análisis, desde el punto de vista de quienes siguen la pista de los procesos que están pasando.

En ese sentido, Mönckeberg detalló lo que significa ser numerario del Opus Dei. “A los numerarios los obligan a ser personas que tengan una profesión civil, pero que además que viven en las casas del Opus Dei (…) y luego tiene los votos, que ahora se llaman promesas de obediencia, que es súper importante. Tiene obediencia al director espiritual y obediencia al director de la casa, y además el voto de castidad y el de la promesa de pobreza. En el caso de los numerarios, significa que todo lo que ganan en la vida civil se lo tienen que entregar a la Obra”, dijo.

Asimismo agregó que en el caso de los súper numerarios estas “pueden ser personas casadas, también les dan un contenido a la obligación de obediencia, de castidad y de pobreza, pero en otro sentido. Y todos son muy religiosos en el sentido de orar, el numerario tiene que detener sus actividades a las 12 del día porque es la hora del ángelus”.

Además y tal como se consigna en sus libros, “siguen usando cilicio y el latigarse una o dos veces por semana“.

“El cilicio es esta cuestión metálica, como una cinta que se lo colocan en la pierna, entiendo que es dos horas al día. (…) La finalidad se le atribuye a que José María Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei, destacaba la importancia del sacrificio. Entonces, lo define en el sentido de que si Jesucristo murió en la cruz como ellos no van a ser capaces de tener un sacrificio que lo consideran menor“, manifestó.

En el marco de la discusión constitucional, María Olivia opinó que “creo que cualquier persona, cualquier ciudadano o ciudadana puede tener derechos. Otra cosa es la carga valórica, ideológica que pueda tener esa persona. Yo creo que en el caso de Silva hicieron una campaña muy notable. Los Republicanos tuvieron empresas que ayudaron a mostrar a esta persona como el “profe Silva”, este profe simpático, buena pinta”.

—Dirías que es publicidad engañosa…
Algo de eso podría haber. Decir Luis Silva en Chile es un nombre muy común y puede sonar bien a diferentes sectores sociales. Por otro lado, el hecho de ser profesor también es una cosa que es bien vista, entonces el “profe Silva” es perfecto. Es un marketing muy adecuado.

—Finalmente, ¿ves sellos del Opus Dei en el texto?
Del Opus Dei, de otros movimientos religiosos, del mundo de la iglesia evangélica que están muy contentos y es muy curiosa esta relación. Tal vez por primera vez es tan evidente esta relación de estos mundos religiosos y por eso es que esa relación de religión política yo la veo muy estrecha en este momento.

“Se están constitucionalizando a las AFP con todos los problemas que tiene en este momento”

De acuerdo a María Olivia, en el texto de nueva Constitución “la educación pública, que es algo absolutamente necesario, se va a seguir deteriorando con esa Constitución que además está “constitucionalizando” como han dicho muchos especialistas…la verdad es que el tema está muy delicado”.

“Y si tu vez hay coincidencias en todos los temas que tienen que ver la salud, que tienen que ver con la educación, y que tienen que ver con las pensiones, con sectores cercanos al Opus Dei y en algunos casos a grupos empresariales. Sin ir más lejos, en la Cámara Chilena de la Construcción hay mucha gente del Opus Dei y tienen las AFP”, añadió.

José Piñera sacó una columna donde decía que por fin las AFP quedaban institucionalizadas y constitucionalizadas… ¿Es tan así?
Yo lo conocí reporteando en los años 70′ y con sus mismas revistas que partió haciéndolas con el grupo Cruzat Larraín cuando era el jefe de estudios de ese grupo. Si lo dice él, no lo discutamos. De verdad está legitimando esta Constitución a las AFP con todos los problemas que tiene en este momento, está legitimando a las Isapres con todos los problemas que le han dado a la gran mayoría de los chilenos que están en Isapres, que son una parte solamente, pero implica también que el sistema de salud…no hay una preocupación por la salud pública.

—Se le quitan recursos al Estado…
Hay una parte (de la película de Marcela Said) en la que aparece Luis Silva diciendo lo malo que es el Estado, dice que al Estado hay que achicarlo. Entonces resulta que tenemos un montón de problemas que se expresaron en el estallido social y a eso no se le va a dar solución con una Constitución como la que está planteando el Partido Republicano.

En ese sentido, cuestionó el rol de la prensa y la falta de medios de comunicación “en los cuales poder llevar el debate público de mejor manera, que no puede ser solo por redes sociales o por marketing, por frases, sino que vamos viendo el fondo de las cosas y yo creo que eso hace falta muchísimo en este país”.

“Dentro de lo poco que te podían decir, todos hablaban que te iban a torturar”

Sin ninguna duda el golpe más duro lo vivió como editora de la revista Análisis: la madrugada del 8 de septiembre de 1986 uno de sus compañeros, José Carrasco fue secuestrado y asesinado por la CNI en represalia al atentado a Pinochet en el Cajón del Maipo.

No era fácil ser periodista en ese entonces, menos periodista política, de oposición, separada y con 5 hijos. Pero el compromiso y la pasión por su trabajo eran superiores a todo eso. Lo pasaba bien.

Yo no estaba a favor del golpe. Encontraba que era muy complicado lo que podía ocurrir con un golpe, había posiciones distintas, de hecho el grupo de los 13 de la Democracia Cristiana estaban en una posición claramente contra el golpe y en mi caso, yo me sentí muy interpretada con esa declaración. A pesar de ello, sentí que la (Universidad) Católica podía ser intervenida y pese a que la Revista Ercilla estaba con censura previa, le dije a (Emilio) Filippi si seguía la oferta pendiente y empecé a trabajar el mismo septiembre de 1973″, recordó.

—A ti te detuvieron porque encontraron tu nombre en la libreta de Carmen Castillo…¿cómo fue esa experiencia y en qué año fue?
Fue el 10 de octubre de 1974. Después del baleo en la calle Santa Fe, donde finalmente mataron a Miguel Henríquez y quedó herida la Carmen Castillo, gran amiga de toda la vida. Fue bien terrible.

“Esa semana había ocurrido que habían tomado también a alguien que era cuñado mío en ese entonces, que era Enrique Brown, el arquitecto, que trabajaba en la oficina de arquitectura de Fernando Castillo. El cuento es que yo había sabido que no se podía ubicar, había acompañado a mi suegra a ver y no se sabía nada de ellos. En el caso mío, esa misma tarde del día 11 de octubre llegan a la casa, eran unos siete tipos que se identifican como inteligencia militar y entraron nada más. Allanaron todo, se metieron al jardín, iluminaban con linternas y me dicen que me tienen que llevar a hacer unas declaraciones. No me dieron mayor explicación, yo me vestí como que iba a un tribunal y salgo afuera, le digo a la empleada que le avise a un vecino”, relató.

Amarrada y vendada fue llevada a la casa José Domingo Cañas, el principal centro de detención y de torturas de la DINA.

“Era una cosa muy rara, yo sentía por un lado, mucho miedo pero por otro lado lo tomé casi como que estuviera reporteando. Nosotros sabíamos de gente que estaba desaparecida, sabíamos de gente que había muerto, de que había tortura, nos contaban pero no lo podíamos publicar en la revista censurada. Fue como tomarle el peso”, manifestó.

En ese sentido y a pesar de haber estado solo un día y una noche en el lugar, Mönckeberg sostuvo que se siente una sobreviviente “de una experiencia en que de ahí, muchas otras personas no salieron o que salieron con todo lo que pudo haber significado la tortura“.

“Estuve una noche y un día, pero te digo, es lo que significa también la tortura psicológica, el sentido de no saber que va a pasar, el sentido de lo incierto. Dentro de lo poco que te podían decir, todos hablaban que te iban a torturar, de que te iban a poner en la parrilla. Quería ir al baño y tenía que ir con un tipo con una metralleta atrás, cuando se abre la puerta me dejaron estar con otra niña que yo no sé si era para meterme miedo o era una víctima realmente pero tenía la cara como si le hubieran pasado una plancha. Ese tipo de cosas obvio que no se te pueden olvidar”, zanjó.

“Me preocupa mucho que el periodismo de investigación no tenga cauce”

En este pasaje, la periodista reflexionó sobre los hitos de su carrera y cómo ve al periodismo de investigación en la era de la digitalización.

—Hay algo que atraviesa todos tus libros y que es que las personas que aparecen citadas son siempre las mismas o tienen vinculaciones familiares con el resto. Todos los libros tienen más o menos a los mismos protagonistas, es como una endogamia en torno al poder ¿es así?
Parece que eso es lo que está pasando en Chile porque yo también me he dado cuenta de lo mismo, que de repente me los voy encontrando. Cuando leo o estoy reporteando otra cosa y suele pasar mucho en los grupos económicos. Y es probable que esto tenga que ver con el sentido de todo lo que ha pasado. Se dio un golpe militar, se instaló un modelo económico-social y político con personas que tienen los hilos del poder.

“Me he metido en los grupos económicos, las privatizaciones primero con el saqueo, después están todos los temas de las universidades. En las universidades hay grupos económicos que son dueños. Sin ir más lejos, la Universidad Santo Tomás que es de un grupo que tiene nombre y apellido que son los Hurtado Vicuña donde algunos tienen que ver con el Opus Dei o tienen que ver con medios de comunicación, aunque no sean dueños pero influyen. Tienes la Universidad del Desarrollo que es gente que es de la UDI y que sigue siendo presidente por más de 20 años del directorio, Hernán Büchi, el ministro de Hacienda de Pinochet, candidato a la presidencia en los 90′. Son personas que están, que controlan muchas actividades en el país y eso es un poco lo que sigue jugando ahora y que está detrás de muchas de las discusiones que estamos viendo“, expresó.

—¿Cuál es tu reflexión hoy?
Las mujeres podemos hacer mucho en el periodismo, el problema que tenemos como periodistas, todos, hombres y mujeres hoy es que no se le está dando la importancia como sociedad. Creo que ahí hay un tema que tiene que ver con los medios, aquí hace falta pensar en serio el tema de los medios de comunicación. En el caso mío, el haberme dedicado mucho al periodismo investigativo en libros tiene que ver con la ausencia de medios. Los diarios no tenían el interés, no le dedican tiempo de su gente al periodismo de investigación y si son diarios que son manejados por sectores que están involucrados con el poder, ahí tu tienes límites claros.

“Me preocupa mucho que el periodismo de investigación no tenga cauce. El periodismo de investigación tiene que desempeñar un rol en la sociedad, para fortalecer la democracia en momentos en que vemos tantos problemas en nuestro país“, concluyó.

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