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En los ecosistemas mediterráneos suele haber incendios recurrentes por la alternancia de primaveras climáticamente productivas, que permiten el crecimiento de la vegetación, con veranos secos, que propician que esa vegetación se seque y sea inflamable. “El estudio determinó que aquellos lugares donde los suelos son más fértiles tienen menos incendios, siempre cuando sean las condiciones climáticas equivalentes”, señaló Susana Paula, investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad de la Universidad Austral en CNN Tiempo.
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