Lograr un buen sueño es indispensable para lograr una buena calidad de vida. Un mal dormir puede traer problemas de ánimo, dolores musculares, problemas de salud mental y un amplio etc. Parte de lograr una postura cómoda y correcta, está en considerar el colchón donde se dormirá.

Expertos aconsejan cambiar en promedio el colchón cada 8 años, aunque en caso de desgaste, el cambio debería darse antes. Notar que el colchón se hunde mucho, o que dormir en él produce dolores musculares, puede ser un signo de que su vida útil haya terminado.

Características de un buen colchón

Elegir un buen colchón implica tener en cuenta una serie de variables; tamaño, firmeza, material, temperatura. Además, la estructura de la cama y sus materiales también son importantes. Tablas de madera pueden hacer una cama más flexible, aunque menos duradera. Por otro lado, un catre metálico puede ser duradero pero rígido y difícil de mover.

En el caso de un niño, por ejemplo, se puede experimentar con formas menos convencionales como puede ser una cama montessori o una cama plegable. En el caso de las montessori, están pensadas para que niños desarrollen habilidades al interactuar con su cama, adquiriendo autonomía al entrar y salir o trabajando su coordinación en el proceso, funcionando como una estación propia.

Tipos de colchones

Dependiendo de los materiales que se usen, tradicionalmente existen 3 tipos de colchones para uso doméstico: de espuma, de muelle y de látex. Existen además ejemplos especiales como pueden ser los colchones de aire, de agua, ortopédicos o la colchoneta de camping, pero su aplicación en la mayoría de los casos es limitada.

Los colchones de espuma suelen ser de espuma viscoelástica o de poliuretano, y son conocidos por su capacidad para adaptarse al cuerpo y proporcionar soporte uniforme. Además, se caracterizan por ser los más económicos, al tener una estructura que no dispone de materiales particularmente caros. Su inconveniente suele estar en el traspaso de temperatura, ya que no la regulan correctamente ni son particularmente respirables.

Los colchones de muelle son aquellos que cuentan con una malla metálica en su interior para darle soporte y firmeza. Dependiendo del ordenamiento de sus resortes, se pueden clasificar como muelles independientes, continuos o embolsados, siendo los primeros los más económicos y simples, versus los últimos que son más complejos y caros. Por su estructura, los colchones de muelles son más transpirables, por lo que pueden ser más cómodos para personas que suden mucho por las noches.

Por otro lado, los colchones de látex se adaptan mejor al cuerpo humano, presentando una buena combinación de firmeza y suavidad. Tienen buena retención de la temperatura, pero tampoco son particularmente respirables al momento de manejar la humedad.

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