El acné es de los trastornos de la piel más comunes en la población, especialmente en la juventud y aún más después de la pubertad. Este puede resultar doloroso, incómodo y ser una de las mayores inseguridades de los adolescentes. Sin embargo, existen varios productos que permiten tratarlo.

Por un lado, existen los jabones limpiadores. Estos son recomendados tanto para la piel con acné como la sin acné. En el caso tener acné, es vital mantener la piel limpia, dado que la suciedad facilita el riesgo de infecciones, empeorando la situación. Es importante no utilizar jabón de manos, ya que este remueve toda la capa de grasa protectora de la piel. Uno podría pensar que remover la grasa significa remover el acné, pero lo cierto es que la piel responderá produciendo más grasa una vez que se le ha quitado toda.

Por otro lado, existen los medicamentos especiales contra los granos. Los antibióticos, recetados por el médico, son de típica elección para los casos en que ya se presenta infección. Las infecciones son recurrentes, porque el sebo atascado en la piel es ideal para el crecimiento de las bacterias infecciosas. Este tratamiento, entonces, es bastante común. Si bien es administrado por meses, tiene efectos muy positivos, permitiendo la desaparición completa del acné. Estos remedios funcionan atacando a las bacterias y reduciendo la inflamación.

Una situación particular ocurre con las mujeres, las cuales pudieran presentar acné por desregulación hormonal. En su caso, pueden optar por un anticonceptivo en particular como tratamiento. Las hormonas femeninas son los estrógenos y la progesterona, y la hormona masculina es la testosterona. Sin embargo, los hombres igual poseen estrógeno y las mujeres testosterona. Cuando esta última está elevada en la mujer, puede incitar la aparición de estos granos. Por esta razón, el consumo de pastillas anticonceptivas que regulan los niveles hormonales, es un tratamiento muy utilizado en mujeres. Muchas lo consideran pues cumple dos funciones a la vez, la principal, que es ser un método anticonceptivo, y también la secundaria para tratar el acné.

Finalmente, tenemos la opción de las cremas. Hay cremas y lociones especiales para secar los granos y ayudarlos a desprenderse. Igualmente las hay de tipo hidratante, fundamentales para que no se reseque la piel tras exponerla a medicamentos que la resecan. Los mismos antibióticos tienen presentación en formato oral o tópico, o sea, como pastilla o crema. Existen, también, cremas que contienen pigmento de aclaramiento y se usan para eliminar las cicatrices o marcas que deja el acné tras su desaparición. Estas se visualizan como manchas oscuras, por ello se recurre al uso de pigmento.

Sin duda hay muchas más especificaciones cuando hablamos de tratamientos para el acné. Ante todo, si estás interesado y quieres tratarte, pide una opinión médica. Las variedades son creadas para satisfacer a la gran variedad de personas, en busca de terapias adecuadas a cada una. Un médico puede evaluar tu situación y recomendarte lo mejor para ti.

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