Al menos 80 estudiantes permanecieron en toma durante este miércoles en el Campus Oriente de la Universidad Católica, la que tiene como objetivo visibilizar la molestia que generó que la casa de estudios reingresara a un funcionario que cuenta con una larga lista de denuncias.
Todo partió por el rechazo que generó la decisión de recontratar al hombre, cuya identidad no se ha entregado, que trabaja en el Museo de Arte Mapuche de la UC, pese a que se presentaron 30 denuncias en su contra, acto que decidieron que no pasara desapercibido.
“¿Mandaría a su hija a clases si su profesor fuera un abusador?”, le dice una de las estudiantes de la UC a una persona que estaba reclamando porque el recinto se encontraba en toma desde horas de esta mañana.
Y para explicar el por motivo por el que se inició la manifestantes, una de las estudiantes leyó un comunicado en el que explicaba que el fin de la acción era “visibilizar la ineficiente respuesta de parte de la institución frente a denuncias de violencia sexual y sexo-afectivas presentadas el pasado 2018 en los caminos regulares que la universidad ofrece para ello”.
Otra de las demandas de los estudiantes gira entorno a lo poco práctico que ha sido el protocolo de denuncia de abuso sexual de la casa de estudios, el que se implementó tras las denuncias que marcaron el 2018.
“Se han transgredido de forma sistemática los derechos de las denunciantes al hacerles enfrentar un proceso de revictimización llegando inclusive al punto de entregar más herramientas pare este proceso al acosador, abusador y violador”, añadieron.
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