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Mil casas destruidas estiman que sería el saldo del voraz incendio forestal que sin control arrasó con el pueblo de Santa Olga, en la región del Maule. Evacuaciones preventivas daban la alerta a los residentes, pero el fuego no dio tregua.

El alcalde de la localidad, Álvaro Garrido, daba a CNN Chile un crudo diagnóstico: “Se nos desapareció un pueblo, se nos quemó el campo, se nos acabó el trabajo y perdimos todo”.

Este jueves se dio a conocer el fallecimiento de una persona atrapada por el fuego en su hogar, probablemente postrada, según dijo a CNN Chile un médico del Cesfam.

Las imágenes posteriores fueron desoladoras, y los vecinos no ocultaron su impotencia al volver a sus casas, ya convertidas en cenizas.

Según el ministro de Defensa, Andrés Gómez-Lobo, este viernes arribará a la zona el ministro de Desarrollo Social para iniciar los procesos de subsidio a los damnificados, y anunció la instalación de un campamento militar para entregar los recursos básicos.

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