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La madrugada de este sábado murió el sacerdote Mariano Puga, más conocido como el “cura obrero”, producto de un cáncer linfático que lo afectaba desde el año pasado.

El sacerdote falleció a los 88 años en su casa en la Comunidad de La Minga, ubicada en Villa Francia, hacia donde había regresado tras estar internado en el Hospital Clínico de la Universidad Católica.

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Diversas instituciones y personalidades ligadas a la política o los derechos humanos lamentaron su partida.

La Compañía de Jesús en Chile, orden a la que pertenecía el padre Mariano, expresó a través de un comunicado “la tristeza por su partida, así como la esperanza y alegría pascual por su encuentro con Jesucristo resucitado”.

“El vacío que nos deja su Pascua es equivalente al compromiso que siempre nos seguirá exigiendo con su trabajo y ejemplo: el de un luchador por la vida, la justicia y la verdad, que nunca cerró los ojos a los dolores de nuestro pueblo“, agregaron.

Igualmente, la ministra vocera de gobierno, Karla Rubilar, dijo que “Chile pierde a su cura obrero. 88 años de puro amor y entrega x los demás”.

Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima, también se manifestó a través de Twitter: “Agradezco el regalo que fue y será el gran Mariano Puga. Consecuente, amable, luchador incansable por la justicia y amante de Dios y su pueblo”.

Por su parte, la diputada Carmen Hertz (PC) escribió: “gracias por tu compromiso de siempre con el pueblo, tu coraje, tu inmensa misericordia y humildad”.

En tanto, el diputado Matías Walker (DC) afirmó que el padre Puga “dejó todo lo que tenía (que era mucho) para seguir a Jesús el carpintero, haciéndose el mismo obrero”.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) también expresó su sentir por la partida del sacerdote jesuita y afirmó que él “no dudó en defender los Derechos Humanos del pueblo pobre y oprimido”.

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