Este sábado 23 de septiembre comienza oficialmente la primavera en el hemisferio sur, la que vendrá acompañada de lluvias y temperaturas sobre lo normal, un anticipo del calor que ya se prevé para el verano.
Calor y lluvias
Un rápido sondeo entre la población revela un consenso en cuanto a la percepción de la primavera: es considerada una de las estaciones más hermosas del año, aunque a menudo se ve empañada por las molestas alergias que provoca.
Pero este año no solo nos preocuparán los alérgenos, sino que también enfrentaremos lluvias y temperaturas inusualmente altas como parte del fenómeno de El Niño, que ha estado afectando al país durante todo el año.
El meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) Matías Pino señala a CNN Chile que tanto las temperaturas mínimas como las máximas se encontrarán por encima de lo normal: “Con el ejemplo de Quinta Normal, donde la temperatura promedio suele oscilar con un techo de 24 grados, se espera que las temperaturas superen estos valores“.
Octubre y noviembre podrían traer lluvias anormales, principalmente a la zona central y centro sur. La intensidad de las mismas es difícil de adelantar con tanta anticipación, pero expertos aseguran que efectivamente no será una primavera a la que estamos acostumbrados y que esto podría ser la antesala de un verano con calor sin precedentes.
La meteoróloga de Meteored Pamela Henríquez pronosticó que “la temperatura podría llegar a grados superiores a los 2° C de anomalía. Si esto llega a ocurrir, es muy probable que las temperaturas en el verano sean mucho más cálidas“.
El calor previsto para el verano es tan intenso que en algunos sectores es posible que supere fácilmente los 40 °C. En el caso de Santiago, existe la posibilidad de que se rompa el récord de temperatura, que corresponde a 38 °C en 2019.
Según Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, este precedente también indica que es muy probable que las temperaturas continúen aumentando en los veranos venideros.
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