Imagen por Titina Diocares / Fuente AhoraNoticias

El Servicio de Geología y Minería (Sernageomín), junto a personal de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) de la municipalidad de Cochamó se encuentran investigando las causas del extraño cambio de color que sufrió el agua del río Puelo, en el sector de Llanada Grande.

Hasta el momento se busca establecer si el fenómeno corresponde a una actividad volcánica o de otra índole, según informa el diario El Llanquihue.

Residentes de la zona dieron cuenta del hecho hace una semana, cuando notaron que el color del agua pasó del verde turquesa al gris. Incluso algunos advirtieron que desprendía un fuerte olor a azufre. La situación también preocupa a la comunidad, debido a que el agua es usada para el consumo de las personas y de los animales.

Fuente imagen: SoyChile.

El color turquesa que tenía el río Puelo, pasó a un color ceniza, pero pese a ello no hay temblores, ni ruidos subterráneos y nada que se pueda percibir a primera vista, sólo el color del agua que sufrió cambios”, contó el suboficial Juan Collado, jefe del retén fronterizo de Carabineros de Llanada Grande al citado medio.

El alcalde de Cochamó, Carlos Soto, señaló al periódico que ya se dio aviso del particular fenómeno a la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), y que espera que se clarifique la situación prontamente y así comprobar si el agua con este color puede o no ser bebida por los habitantes y para los animales del sector.

El jefe comunal precisó que también se realizaron estudios en el lago Las Rocas, debido a que presentó cambios de temperatura. “El agua -de acuerdo a los residentes- es superior al de otros lagos. Allí se hizo un estudio y estamos a la espera de los resultados que entregará el Sernageomin”, comentó.

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