Se cumple el primer fin de semana con toque de queda extendido hasta las 00:00 hrs. en la capital del país. Por supuesto, la medida que se implementó desde el pasado miércoles ha sido evaluada de manera positiva por el rubro gastronómico, que esperaba la noticia con ansias.
CNN Chile estuvo recorriendo algunos restaurantes y conversando con los líderes del gremio, quienes afirmaron que, en los pocos días que lleva el retraso del toque, que antes comenzaba a las 22:00 hrs., ya han notado cambios, tanto en las recaudaciones de ventas, como también en el comportamiento de la clientela.
Destacaron que están muy expectantes ante lo que pueda suceder desde este viernes y durante todo el fin de semana, con la posibilidad de que los comensales puedan aprovechar las dos horas extra que brinda el toque de queda modificado.
El presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), Máximo Picallo, sostuvo que la medida “es muy positiva”, ya que la extensión del horario “es en horas en que los restaurantes están atendiendo a full; antes teníamos que echar a nuestros clientes, pero ahora hay más tiempo y las personas están más relajadas”.
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Picallo manifestó que han proyectado que la extensión horaria “va a implicar un aumento de ventas del orden del 30% entrando en la primavera”. Precisamente, dicen, el clima ayudará a que la gente vuelva a salir y que, en general, han hecho los esfuerzos para disponer de sectores abiertos. Al hecho, añadieron que la extensión del horario del transporte público ha sido otro factor de ayuda al repunte del comercio gastronómico.
El dueño del restaurante Ají Amarillo, ubicado en Manuel Montt, Jorge Jaramillo, comentó que desde el primer día adoptó los cambios para respetar las normas sanitarias y, desde entonces, su local volvió a llenarse. “El cambio ha sido notorio, la gente agradece la reducción del toque de queda y nosotros también”, expresó.
Asimismo, Jaramillo enfatizó que “era una medida que no estaba ayudando, ni siquiera a evitar los contagios y menos en lo económico” y sentenció que “nos tenían absolutamente colapsados”.
La nueva medida sigue exigiendo el respeto de los aforos y la distancia de dos metros entre cada una de las mesas, por lo que algunas municipalidades han permitido cerrar calles para que los restaurantes amplíen sus terrazas.
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