Este sábado el Ministerio de Educación presentó un plan para abordar la crisis educacional en la Región de Atacama. En esa planificación, la cartera espera el regreso a las aulas de clases el próximo 2 de noviembre, con el objetivo de cerrar el año educativa el 12 de enero de 2024.
Cabe señalar que actualmente, 46 establecimientos del Servicio Local de Educación de Atacama se encuentran en paro, mientras que 14 centros educativos están realizando clases.
Este plan considera una serie de acciones para cautelar la continuidad de los procesos pedagógicos y que estos cierren de la mejor forma, con foco en los aprendizajes descritos en la priorización curricular y en el resguardo del bienestar de las comunidades.
Plazos no realistas
Sin embargo, parlamentarios de la zona ven poco realista el regreso a clases el próximo 2 de noviembre y responsabilizan al ministro de Educación, Nicolás Cataldo, por no atender la urgencia a tiempo.
“Aquí ha faltado poder resolutivo, yo creo que ha faltado proactividad. Los temas que han puesto sobre la mesa los profesores, asistentes de la educación, apoderados y alumnos es indignante. O sea, aquí se están pidiendo las condiciones mínimas (…) tener vidrios en la sala de clases, que las puertas tengan chapa, que se terminen con las plagas de ratones“, señaló a Meganoticias el diputado de Atacama, Cristián Tapia (IND-PPD).
Por su parte, la diputada Sofía Cid (RN), sostuvo que “después de más de 50 días sin clase, y sabiendo que hay problemas de infraestructura, de electricidad, problemas con los baños, uno dice volver a clase el 2 de noviembre, la verdad que no calza. Por mucho que hoy día tengamos la solidaridad de la empresa privada y quieren hacer los arreglos como corresponden“.
“Acá las responsabilidades no se delegan, aunque él (Nicolás Cataldo) venga recién llegando al cargo, lleve poco tiempo, él es el Ministro de Educación, y al que uno le reclama y al que uno le pide soluciones, por supuesto que es al Ministro”, agregó.
Sobre lo mismo, la diputada Daniella Cicardini (PS) dijo que este plan “me parece bien intencionado y refleja la voluntad del Gobierno de avanzar, pero poco aterrizado y no muy realista en los plazos, y además inconsulto con los profesores y dirigentes movilizados respecto a ciertos contenidos y de la fecha que se propone”.
“Yo quiero ser muy enfática en señalar que, si bien la fecha del 2 de noviembre puede ser un plazo poco realizable, la fecha límite tampoco puede alejarse mucho de eso, y habrá que hacer todos los esfuerzos que se necesiten, porque acá lo que está en riesgo es la perdida del año escolar de 30 mil estudiantes, y el bien superior al que el gobierno y todos estamos llamados es a darle solución y ponernos de acuerdo porque eso no lo podemos permitir”, concluyó.
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