AGENCIA UNO

El miércoles 18 de enero los concejales de la Municipalidad de Santiago recibieron un correo del abogado de la Sociedad Las Malvas, Diego Berríos, denunciando que el municipio desechó comprar un inmueble de su pertenencia, ubicado en la calle Carmen número 35, por $3 mil millones, y escogió otra opción, el inmueble número 1181 de la calle Sierra Bella, por $8 mil millones. Este departamento es $5 mil millones más caro que la primera opción y los dueños pertenecen a la Sociedad Médica y Maternidad Sierra Bella.

Según consignó el Diario Financiero, Sierra Bella es la misma sociedad que se querelló contra LarraínVial por lavado de dinero por negligencia inexcusable.

Por su parte, el abogado Berríos detalló que mantuvo conversaciones con la municipalidad respecto al inmueble que representa como sociedad y aseguró que estaba todo listo para vender el departamento, con un precio de traspaso de $3 mil millones y una inversión de $1.500 millones para adecuar las instalaciones como centro médico.

Ante los cuestionamientos, la alcaldesa Irací Hassler defendió la inversión y finalmente se aprobó la transacción. Luego, anunció por redes sociales que se construirá la primera clínica municipal de Santiago, con un presupuesto de $8.200 millones.

Recientemente, el abogado Berrios recurrió a la Contraloría contra los directores Jurídicos y de Planificación, Luis Mayorga, donde detalló las diferencias de precios, en cuanto al valor de traspaso de la propiedad entre sociedad y el aviso publicado.

“Es necesario que se investigue la irregularidad de las tasaciones encargadas por el Secplan (Luis Mayorga), y las justificaciones falsas y alejadas de la legalidad del Director Jurídico (Sr. Chiffelle); e instruir respecto de ambos un sumario administrativo por las irregularidades. Particularmente son irregulares: precio de adquisición (tasaciones irregulares no consideran transferencias del mismo inmueble y recientes a precio de mercado), errores técnicos en el estudio de los títulos (vicio de lesión enorme), y todos los que puedan aparecer”, argumentó en Contraloría.

Por otra parte el municipio respondió que “la propiedad aún aparece a nombre de San Valentino SPA porque el nombre cambia una vez que la escritura queda inscrita sin reparos ante el Conservador. Una vez ocurrido eso se realiza el pago al vendedor que es San Valentino SPA. La firma de escritura se hizo hoy”.

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