(EFE) – El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, precisó este miércoles que no existe “una prueba concluyente” sobre la muerte de Pablo Neruda, fallecido días después del golpe de Estado de 1973.

¿Qué dijo?

En una Tribuna EFE-Casa de América celebrada en Madrid (España), Cordero manifestó que el informe pericial presentado el pasado 15 de febrero ante la jueza encargada del caso, Paola Plaza, en el que se deduce que el poeta fue “envenenado” días después del golpe, “es una prueba adicional“.

El ministro compartió que en torno a este informe ha habido “una gran discusión sobre si efectivamente tenía conclusiones“. “La conclusión divulgada hasta ahora es que no hay prueba concluyente sobre la muerte de Neruda, el Gobierno no es solo interesado, sino que es querellante en esa causa, y el pago de los peritajes se realiza con fondos del Estado”, manifestó.

“La jueza ha dicho que está siendo objeto de investigación”

En esa línea, subrayó que “la situación en la actualidad después de ese segundo informe (hubo uno previo también “no concluyente”) es que la jueza Plaza ha dicho que está siendo objeto de investigación, que es una prueba adicional”.

“De acuerdo a antecedentes disponibles en el debate nacional, no hay antecedentes concluyentes, el detalle del peritaje está en manos de la ministra Plaza, otra gran jueza a cargo de investigaciones de derechos humanos, está en etapa de evaluación“, insistió el secretario de Estado.

A su vez, Cordero recordó que “dadas las características de ese delito, en el momento en el que ocurrió, se está aplicando la ley de enjuiciamiento criminal antigua que permite tener a un juez de instrucción”.

La muerte de Neruda, Premio Nobel (1971) y Nacional de Literatura de Chile (1945), además de diplomático, ha estado rodeada de un velo de sospechas, aunque en principio, se achacó a un cáncer.

Luis Cordero

Otros casos de la dictadura de Pinochet

El ministro de Justicia se refirió también a los casos del expresidente Eduardo Frei Montalva, fallecido en 1982 por causas aun sin esclarecer, y al de Colonia Dignidad, un asentamiento religioso de ciudadanos alemanes en territorio chileno que se convirtió en centro de detención, tortura y desapariciones entre las décadas de los 60 y los 90.

Sobre Frei Montalva, que gobernó el país entre 1964 y 1970, el ministro informó de que el caso “está pendiente de discusión en la Corte Suprema” en la sala de lo penal “que ve los casos de derechos humanos” y “en los próximos meses se darán alegaciones del caso“.

Va a depender de la forma y el modo en que lo resuelva la Corte Suprema, eso dará transparencia total al proceso”, estimó.

Sobre la Colonia Dignidad, fundada por Paul Schäfer, compartió que “tiene dos grandes núcleos de discusión”: “uno el de las violaciones de derechos humanos en su interior y otro la de los delitos cometidos en el caso de los colonos“.

Esto forma parte de una conversación diplomática entre Chile y Alemania, hay una comisión que se hizo en Berlín y se hará (otra sesión) en Santiago, están por resolver los entornos de las personas que estuvieron alrededor de la colonia”, incidió.

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