(EFE) – El presidente Gabriel Boric se reunió este lunes con su antecesora Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) para compartirle la declaración de compromiso por la democracia que quiere que firmen las distintas fuerzas políticas en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado.
“No podría entender que alguien se restara de un acuerdo así, que lo que busca es unirnos, no separarnos”, señaló la exmandataria en una rueda de prensa al finalizar el encuentro. “Me voy contenta, con mi copia que espero firmar en el momento que se decida“, agregó.
Boric anunció el pasado julio su intención de promover una declaración común, pero a una semana de la conmemoración del quiebre democrático, tanto la derecha tradicional de Chile Vamos como el ultraderechista Partido Republicano rechazan frontalmente suscribir cualquier acuerdo.
La conmemoración de los 50 años del Golpe está generando gran polarización y crispación en Chile. La semana pasada Boric calificó el ambiente de “eléctrico”, mientras que la expresidenta dijo este lunes que “está tóxico” y llamó a todas las fuerzas políticas a conmemorar esa fecha “con una mirada de futuro”.
Bachelet comparó el momento actual con la conmemoración de los 40 años del alzamiento, que coincidió con su segundo mandato: “Entonces había un cierto acuerdo fundamental de que la democracia es clave y hay que protegerla, pero hoy ese compromiso no lo veo tan fuerte”.
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En un nuevo intento de acercarse a los partidos conservadores, la semana pasada Boric también se reunió con el expresidente Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022), que se mostró dispuesto a apoyar la declaración y pidió contribuir “de aquí al 11 de septiembre todos a unir a los chilenos y no a dividirlos”.
Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, este lunes el presidente de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), el senador Javier Macaya, reiteró su negativa: “No estamos dispuestos a participar en hitos que generen más división y que nos pongan al servicio de hechos que no tienen una sola mirada”, señaló en una entrevista a la prensa local.
El próximo 11 de septiembre se cumplen 50 años desde que el general Augusto Pinochet lideró un golpe de Estado contra el gobierno del presidente Salvador Allende (1970-1973).
El golpe dio inicio a una cruel dictadura de 17 años que dejó un saldo de más de 40.000 víctimas, entre ellas al menos 3.200 opositores asesinados, de los que 1.469 fueron víctimas de desaparición forzada.
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