Foto: Agencia Uno

Este viernes el ministro de Salud, Jaime Mañalich, debió abandonar escoltado el Hospital Padre Hurtado, ubicado en la comuna de San Ramón, debido a que en las afueras del recinto se desarrollaban una serie de manifestaciones en su contra.

Los funcionarios mantienen paralizadas los servicios médicos, excepto las atenciones de urgencia, como protesta debido a que  durante las últimos dos noches el recinto ha recibido impactos de bala debido al enfrentamientos entre bandas rivales ocurridos en sus cercanías.

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En las últimas 48 horas, los impactos de bala han penetrado vidrios y muros e incluso han pasado a centímetros de funcionarios, y han dejado al menos cinco personas heridas.

Entre ellas, el secretario de Estado mencionó fijar la presencia permanente de Carabineros y la instalación de vidrios blindados y detectores de metal. 

De este modo, la autoridad llegó hasta el lugar para anunciar una serie de medidas de seguridad extraordinarias, como fijar la presencia permanente de Carabineros y la instalación de vidrios blindados y detectores de metal. 

“Un lugar que debería ser un santuario de tranquilidad y paz, se está transformando en un botín de guerra al final. Vamos a tener que blindarlo”, dijo la autoridad.

Los hechos obligaron a reposicionar a algunos pacientes a otras zonas del recinto.

A través de su cuenta de Twitter, el secretario de Estado confirmó el incidente y detalló que los funcionarios le lanzaron distintos objetos y “no solo agua”.

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