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En Chile un millón 600 mil niños viven sólo con su madre y 300 mil con su padre. 

La doctora en psicología con experiencia en juzgado de familia en Madrid, Marta Ramírez, y el coordinador Académico con magíster en psicología forense de la Universidad Diego Portales,  Miguel Morales, se refirieron a la ley “Amor de Papá” sobre la tuición compartida que establece, ante la falta de acuerdo entre ambos padres en el cuidado de los niños, seguirá al amparo con quien este viviendo y bajo ningún caso se podrá fundar su tutela basado en el ámbito económico. 

Ramírez señaló que la ley en una primera lectura distingue los aspectos en la mejora del equilibrio y la presencia de ambas figuras parentales para que, de esta manera, ninguna de las partes tenga una predominancia. Con el tiempo cree que se podrá adentrar en la regulación de la figura en la tuición, aspecto que puede ser “más controvertido”, puesto que es el resultado de un trabajo de pareja en ver como ejercerán mejor el futuro de la familia y el cuidado de sus hijos tras la ruptura, destacando que el problema se genera cuando no se llega a un acuerdo. 

Los elementos de nivel internacional que podría aprender Chile respecto a esta materia, según la doctora Ramírez serían entender que el pilar fundamental de la figura legal es la “coparentalidad”, que es difícil que sea impuesta por la ley, ya que debe haber un trabajo que se desarrolle antes de la ruptura, de esta forma, la tuición compartida será una continuidad de este ejercicio. 

Por su parte, el coordinador académico, Miguel Morales, manifestó que como sociedad y el Estado como representante, debería poner atención al espacio previo donde se genera el conflicto, invertir en procesos educativos de paternalidad y reforzar los procesos de mediación para promover ese encuentro. 

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